viernes, 13 de junio de 2014

Schaub quiere revancha y mejorar su imagen ante la NFL



Matt Schaub tuvo unas últimas temporadas en los Texans realmente muy flojas. Sus números malos, muchas pérdidas que posibilitaron su salida del equipo. Queda claro que Schaub jamás fue un Tom Brady o siquiera un Matt Ryan, pero si se mostraba como un mariscal de campo solido que encajaba perfectamente para el esquema de Houston. Inteligente, mesurado en los lanzamientos e ideal para un equipo de ofensiva mixta como Houston.

Bajo él su nivel y consecuentemente lo bajó toda la ofensiva de los Texans. La última temporada con Arian Foster lesionado, fue fatal. Igualmente ya venía criticado por dirigir una ofensiva con excesos de tres y fuera.

Se fue a Oakland, a liderar en primera mano una ofensiva. Schaub decidió cambiar de aire y eso en ocasiones puede revitalizar para la carrera de un deportista.

Schaub pareció por momentos en pasajes de la anteúltima temporada y especialmente en toda la anterior, un mariscal de cuatro puntos. Nunca fue un diez, como dijimos anteriormente, pero si un mariscal de seis o siete puntos. Decayó notoriamente su nivel en una parábola descendente pocas veces vista en un QB profesional.

La falta de confianza se veía. Quizá Gary Kubiak que una época coordinó nada más ni nada menos que a John Elway, no supo darle confianza a su mariscal en 2013. Los errores de Schaub eran de un jugador desconfiado, que prefería pases insulsos y sencillos con poca ganancia a arriesgar o buscar una alternativa más longeva. Cuando arriesgaba, se veía que cuando el balón salía de sus dedos, iba a ser interceptado. Para recuperar la confianza, buscó lanzar más, pero se equivocó más. No fue frio, fue caliente y pagó. Lo cual es un error de Coaches también por no serenarlo, por no dirigirlo como corresponde.

Hoy el objetivo de los Raiders y según lo que los coaches han expresado es devolverle la confianza a este jugador. Volverlo a poner en el riel. Ellos consideran que no esta acabado y que puede volver a tener buenos años a pesar de que tiene 32.

Hay esperanza en Oakland y muchos dirán que es ciega, pero tiene que ver con que los Raiders no la vienen pegando en las elecciones de su mariscal. Amen de la aberración que cometieron con Carson Palmer, Matt Flynn fue fiasco y Tyler Wilson que era un novato prometedor, que terminó siendo nada. Terrelle Pryor mostró cosas buenas, pero no suficientes y Dennis Allen no cree que se pueda construir algo solido alrededor de él. Matt McGloin gustó, pero es un buen reemplazo nomas. Muchos mariscales y un éxito pobre, ocho victorias en dos temporadas. Flojisimo.

Allen se juega el puesto y Schaub es la carta. Por más que hayan drafteado a Derek Carr y que en el Training Camp el novato parezca solido, no será titular antes que Schaub. El ex Texan se generó una mala fama los últimos dos años de su carrera, pero en Houston logró dos títulos de AFC Sur, fue al Pro Bowl y sus números por aire no eran malos para un equipo corredor. Tenía casi 4 mil yardas y más de cien anotaciones.

El duelo de QB´s será importante en el campamento. McGloin, Schaub y Carr es un interesante duelo de tres jugadores, pero creo que Matt tiene ventajas. Carr puede ser suplente, pero hasta que el número ocho no falle, no jugará.

Si analizamos la ofensiva actual de Oakland, vemos que hay dos pura sangre como Maurice Jones Drew y Darren McFadden. La premisa del equipo será correr, consumir el reloj del balón y armar un equipo de tierra y con una defensa feroz, algo que en nombres pareciera tener. Así intentará Oakland defenderse. Schaub es habilidoso para los engaños de carreras y es preciso en los snaps. Eso será necesario en un equipo que como dije, intentará dominar el partido en las piernas de sus corredores.

No tiene grandes receptores. Tiene variadas características ese cuerpo de alas, pero ninguno es un número uno clásico. El más conocido es James Jones que llegó de Green Bay. Pero como todo receptor que proviene de ofensivas dominantes, a veces el paso a equipos que no dominan el área es fuerte y se les nota que dependen de un QB importante. Después hay un velocista como Denarius Moore, una torre como Juron Criner y un buen receptor como Rod Streater, que no tiene malos números, 888 yardas, 60 recepciones y cuatro anotaciones. Streater y Jones serán los puntales de Schaub cuando lance, porque el área de alas cerradas es floja.

En fin, Oakland intentará ser la cuna de la redención para Schaub. Donde intentará recuperar la confianza perdida en Houston y relanzarse como el mariscal solido y elogiable. Veremos si podrá, ese es otro de los interrogantes de cara a esta temporada.

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