viernes, 13 de julio de 2012

¿Tendrán alto voltaje?


Una de las cosas que caracterizaron a los Chargers en los últimos tiempos fue la explosión de su ofensiva. Por supuesto, todo es más fácil cuando tienes a tu favor a uno de los mariscales con mejor brazo de la liga. Y si bien, Rivers se ha equivocado en las últimas campañas, nadie puede discutirlo o dejarlo fuera del Top 10 de mariscales en la NFL.

Lo que sí se ha ido desprendiendo de a poco es su ofensiva y cada vez Rivers cuenta con menos armas y aun así trata de mantener a la ofensiva en un buen nivel y lo logra. Este año dejó el equipo Vincent Jackson. Por eso nos preguntamos ¿Podrá mantener Rivers la explosión aérea de su ataque?

Con un promedio de 276.6 yardas aéreas por juego, los Chargers fueron la ofensiva aérea número seis de la liga. En años anteriores siempre han estado en el top en ese rubro. Y en 2010 fueron los números uno en ofensiva total. Pero igual parece destinado esto a que la explosión en la en ofensiva caiga.

No voy a hablar de Ladainian Tomlinson, por que el corredor cuando se fue no tenía mucha continuidad debido a las lesiones, ni tampoco era ese jugador picante que rompió récords en la NFL y la franquicia. Pero sí critico lo que fue la ida de Darren Sproles un jugador estupendo en la ofensiva, tanto para correr como para atrapar. Imagínense que ahora tuvieron que dejar ir a Vincent Jackson.

Estos dos jugadores, pilares indiscutidos fueron hacía la NFC Sur ha ser protagonistas. Sproles tuvo un año fabuloso junto a otro gran mariscal como Drew Brees. Mientras que Jackson llega con el sueldo más alto de la historia de Tampa Bay a ser el mejor compañero aéreo del prometedor Josh Freeman.

Por estas cosas digo que Rivers tendrá que trabajar duro para que ese ataque siga vigente y sea productivo. Recordemos que lo que los dejó afuera de los últimos playoffs fue su defensa, no Rivers. Esto tomando en cuenta la temporada 2011, ya que en 2010 también fueron la mejor defensa general de la NFL y así todo vieron la postemporada desde su casa.

Tampoco no nos olvidemos de los equipos especiales, principales artífices de algunas de las tardes negras de San Diego.

Igualmente el tambaleante Norv Turner trajo algunos receptores de ayuda. De todos el que más me interesa es Robert Meachem, que viene de una temporada solida con los Saints, aunque sin ser un receptor franquicia, sino una buena segunda opción.

Imagino a Meachem acoplándose bien, junto a Michael Floyd, un buen receptor, pero que no se si podrán ocupar el vació que ha dejado Jackson.

Los otros son Eddie Royal y Roscoe Parrish. El primero es una incógnita, porque en su momento fue importantisimo en Denver, cuando estaba en un buen momento Kyle Orton. Luego se desdibujó con Tim Tebow. Por lo cual tiene crédito a funcionar. En cambio Parrish viene de un año muy lesionado y que cuando jugó lo hizo mal.

Luego están los desconocidos Richard Goodman, Michael Spurlock y Mike Willie. Quizá alguno aparezca y rompa el molde, pero es difícil.

Luego hay otros dos puntos más, el caso Antonio Gates y Ryan Matthews. De Gates solo puedo decir que es un gran ala cerrada, pero que tiene que cuidar su forma. El torneo pasado lució excedido de peso, y si bien, no fue un desastre, es un jugador con un potencial altísimo.

De Matthews es el que más dudas me genera, porque si bien el año pasado llegó a las 1000 yardas, me intriga su producción y durabilidad. Es una pieza clave en el equipo y lo van a usar mucho este año, pero este equipo necesita que este sano al ciento por ciento. No solo va a correr, sino que a atrapar. Es una de las piezas clave y necesita estar saludable, pero lamentablemente el prontuario no lo ayuda.

En fin, San Diego tiene mucho por trabajar, aunque coincido en algo, tienen al mariscal, y eso es lo importante. Aunque ahora tienen que nutrirlo y no dejar que esta ofensiva decaiga. La defensa algo va a mejorar, y si el ataque está bien, podrán volver a los playoffs.

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