Luego de tanto esperar, de que periodistas, políticos, fans, entre tantos otros pidieran la aplicación de un sistema de playoffs al campeonato de football americano de la NCAA. Esta medida había sido requerida en busca de una mejor definición de los campeonatos.
La decisión se tomó gracias a la aprobación de los once comisionados de conferencia y el director atlético de Notre Dame. El sistema de elección será por rankings, rivales, partidos ganados, entre otras cosas. Pero lo más importante es que solo jugarán cuatro equipos los playoffs y que regirá a partir del 2014 hasta el 2025.
Los playoffs se jugarán entre el 31 de diciembre y el 1 de enero, mientras que la final se jugará el 12 de enero. Los juegos rotaran entre los cuatro tazones de importancia (Sugar, Orange, Fiesta y Rose).
El pedido que hicieron jugadores y hasta el mismo Brack Obama se hará realidad. Pero, ¿Será realmente la solución para el BCS, o será un experimento fallido?
Previo a la final que enfrentarían a LSU y Alabama, un dirigente de importancia en la organización del BCS declaró que los playoffs en la NCAA serían la muerte del tradicionalismo y de los tazones. Bueno, la insistencia de las conferencias le ganaron la pulseada al BCS.
Ya no existirán en los tazones entre equipos de niveles totalmente distintos. Hace unos años han jugado UConn contra Oklahoma, como también rivales inferiores como Utah. Mucho de esto ha sufrido Boise State, que si perdía un partido pasaba de pelear un trofeo de fuste contra uno de poco rango. Y como no acordarme de Oklahoma State, que merecía jugar el BCS y lo jugó Alabama. El playoff hubiera hecho que se enfrenten y esas cuestiones hubieran quedado despejadas. Eso es en parte una solución que encuentro, algo positivo que va a cambiar.
Es que en realidad, generalmente se da que los equipos N°1 y N°2 jueguen el campeonato decisivo. Pero también entre los puestos tres y cuatro siempre se generan dudas de que son potenciales números uno. Ahora habrá un comité que determinará los rankings según muchos factores, con lo que dejamos atrás a las encuestas. Pero igualmente tampoco esto indica mayor certeza en las elecciones. Creo que aquí estará una de las claves del nuevo sistema.
Sobre esta cuestión, el periodista Rafael Zamorano de ESPN nos muestra en su columna sobre este tema que no solo el año pasado Oklahoma State y Stanford merecían una oportunidad, sino que Oregon también, ya que si bien había caído dos veces le logro ganar al equipo de Andrew Luck y amarró el Pac-12. También el periodista recuerda los siempre récords estupendos de Houston y Boise State.
Zamorano también recuerda el año 2010, en donde los invictos fueron Auburn, Oregon y TCU. La decisión fue bajar a TCU y subir a los otros dos. Aquí él se plantea de que si hubiera playoffs, no hubiera habido un tercero, ya que había un gran número de equipos como Wisconsin, Stanford, Ohio State, Michigan State, Boise y Nevada. Todos ellos habían caído en un solo juego ¿Que criterio se usaría?
Con esto quiero decir que este sistema podría llegar a dejar a mayor cantidad de equipos inconformes con las elecciones. Es un arma de doble filo.
Lo que sí puede mejorar es que antes equipos de divisiones chicas, pero con buen nivel y bastante interesante jugaban tazones de poco nivel monetario, ya que los grandes eran para las universidades que más publicidad y boletos venden. Eso cambiaría y es algo a favor.
En definitiva, no se puede prometer paz en los primeros momentos que este torneo se aplique haya por el 2014. En cualquier disciplina, los cambios producen debates y criticas. Este seguramente los tendrá, pero también considero que de a poco nos iremos acostumbrando y nos terminará gustando, luego de tantos pedidos.
Lo que si estoy seguro, es que hay que dejar de pensar la NCAA como NFL. Una cosa es profesionalismo y otra esto, lo cual es universitario y el publico que persigue esto es generalmente de las escuelas. Esto es un paso para que haya justicia, para no se puede ir mucho más adelante. Recordemos, la mayoría que lo juegan son estudiantes, los menos son los que llegan al profesionalismo. Bienvenido igualmente el nuevo sistema.
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