viernes, 17 de diciembre de 2010

Mucho ruido pocas nueces: Lawrence Phillips

Talentoso y problemático, son dos de los aspectos más importantes en la vida de Lawrence Phillips.
En su llegada a la Universidad de Nebraska, Phillips vivía en un hogar de crianza en el sur de California. En 1993 logró con mucho esfuerzo y trabajo ser tenido en cuenta. Su mejor actuación ese año fue cuando salió del banco y corrió para 137 yardas, anotó un touchdown para derrotar al campeón del Pac-10, UCLA. Otra vez desde el banco salió y arrasó en el Orange Bowl con la defensa de Florida State. Le hizo un TD y 183 yardas por tierra.
Para su segunda campaña se convirtió en la clave ofensiva de los Cornhuskers. En once partidos consecutivos superó las 100 yardas. A pesar de su lesión en el pulgar llevó a los Huskers a otro campeonato nacional. Ni  superestrellas de la NFL como Ray Lewis y Warren Sapp pudieron pararlo en ese Orange Bowl. En 19 acarreos llegó a las 96 yardas. En total, Lawrence llegó a las 1722 yardas, lo cual fue record para un jugador de segundo año.
Al año siguiente, Phillips fue candidato al Heisman. En las primeras semanas su rendimiento fue increíble. Promedio 11 yardas por acarreo y seis touchdowns en cuatro partidos. Pero de a poquito el propio Phillips se iba poniendo palos en la rueda. Agredió físicamente a su novia y la noticia tomo atención de todo el país. Debido a esto, el Head Coach lo suspendió hasta final de temporada.
Solo jugó la final contra Florida, en donde su equipo ganó 62-24 y fue una de las figuras. Corrió para 165 yardas y anotó tres TD (uno por aire).
Todo esto lo llevo a sumarse a la NFL un año antes. Fue sexto en el Draft 1996 elegido por los Rams. “Es el mejor jugador del Draft”, decían los periodistas en ese entonces.  En 1996, Phillips jugó 15 partidos con 11 aperturas.  Él llevó el balón 193 veces para 632 yardas para 4 touchdowns.Phillips había jugado diez partidos con nueve aperturas y fue en camino de una temporada 1000 en 1997. Pero el corredor no actuaba como un profesional y faltaba a las practicas.  El corte de Phillips, y con lágrimas en los ojos de Vermeil, que dijo que era el mejor corredor que haya entrenado.

Aquí comenzó el tour de su carrera. Paso por Miami sin éxito, fue a jugar a los Barcelona Dragons, en donde se destacó y lo llamaron los 49ers. En San Francisco no jugó tan mal, pero era muy problemático. Pasó por la Liga de Canadá, por el futbol Arena, pero nunca volvió a tener esa explosión.
 Problemático y talentoso a la vez Phillips tuvo un talento y una habilidad inigualable, pero que por culpa de él nunca la hizo triunfar en la NFL. Por eso Lawrence Phillips fue mucho ruido y pocas nueces.

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