Charles Rogers asistió a Michigan State, donde rompió muchos registros de recepción. Allí hizo una dupla interesante con el mariscal Jeff Smoker. Rogers todavía mantiene los registros en los Spartans en lo que respecta a de touchdowns con 27. Con esa marca rompió récord de Kirk Gibson. Otra registro que superó en la universidad fue el mayorías de yardas obtenidas en un solo juego. Ese día hizo 270 yardas, solo atrapando pases.
Otra marca importante que superó fue la de su ídolo Randy Moss, ya que logró en 13 juegos consecutivos anotar touchdown. Además de ser All-American e integrar el seleccionado de la Big Ten recibió el premio Fred Biletnikoff y el Paul Warfield. Todo esto sucedió en 2002, el mejor año de su carrera.
Cuando estaba por empezar su año de Junior en Michigan State, un amigo cercano a Rogers le dijo que su carrera terminaría en fracaso si seguía jugando para el equipo verde. Esto logró que para el Draft 2003, este receptor entre en la selección.
En el campamento de cara al Draft, las comparaciones con Randy Moss no faltaban. Finalizó segundo en la selección, detrás de Carson Palmer. El equipo que lo eligió fueron los Detroit Lions, por encima de una figura actual como Andre Johnson.
Su comienzo con Detroit fue muy bueno. Atrapó 22 pases para 243 yardas y cinco touchdowns. Pero después de la semana cinco, se fracturó la clavícula en una práctica frente a Dre Bly. Este golpe lo dejó afuera de la campaña, pero para la temporada siguiente se especulaba con que mantendría su nivel, pero frente a los Bears se volvió a lastimar en el mismo lugar. Otra vez tuvo que mirar la campaña desde la tribuna.
Para 2005, los Lions lo suspendieron cuatro juegos por uso de sustancias prohibidas. Esto más una averiguación que hizo un periódico de Detroit y la franquicia, se llegó a la conclusión que Rogers tenía que devolver más de ocho millones de dólares.
A partir de ahí la relación con los Leones se rompió, jugó muy poco y nunca mostró un gran rendimiento. El coach Marinelli lo dejó libre para 2006. El receptor hizo pruebas en New England, Miami y Tampa Bay, pero todos esos equipos no lo contrataron.
Hace unos años reveló que había fumado marihuana durante su lesión, debido a la angustia que sentía. Fue acusado de asalto, manejar ebrio y estuvo unos días en la cárcel.
Charles Rogers fue quizá un gran proyecto de receptor, un jugador con talento de sobra, pero que tuvo una lesión con la que tuvo que cargar y afectó su carrera. Simplemente la carrera de Rogers en la NFL fue mucho ruido y pocas nueces.
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