Nadie duda y lo hemos dicho cientos de veces que mientras estén Tom Brady y Bill Bellichick dentro de un mismo equipo, o con los Pats, estos siempre clasificarán y estarán en pelea. Se combinan realmente muy bien y han mantenido una constancia de triunfos que en la NFL es realmente histórica. Pero tras perder con los Giants en el último Super Bowl, con los Ravens en casa una final de Conferencia y el año pasado fueron muy mansos ante los Broncos. Todo esto demuestra que Brady y Bellichick te pueden llevar a un punto importante de la temporada, pero que se necesita más para ser campeón.
Es cierto que en materia ofensiva el último de New England fue catastrófico. Se fue Wes Welker, jugador al que jamás pudieron reemplazar. Rob Gronkowski estuvo muy lesionado y no tuvo constancia de partidos, más que Aaron Hernández fue arrestado, perdieron a los tres bastiones con los que Brady podía darle poder a la ofensiva.
La temporada pasada se centró mucho la crítica a los receptores que tenía Brady y es lo cierto, no estaban cosas pulidas y no jugaron bien, salvo Julian Edelman. Este año hay otra apuesta que busca que la ofensiva vuelva a ser de alto octanaje, porque los Pats son distintos cuando Brady tiene material para alimentar esa maquinaría.
Julian Edelman viene de una gran temporada, algo que no es casual. Edelman estuvo mucho tiempo en la sombra de Welker. Allí aprendió mucho del oficio, se perfeccionó, hasta jugó de defensivo y entendió como es jugar con Brady. Cuando le tocó demostró esa gran preparación. Esta diferencia se notó con respecto a los otros receptores del plantel. Esto llevó a que el mariscal dependa demasiado de Edelman en los juegos, volviendo la ofensiva muy predecible.
Danny Amendola llegó con expectativa de ser el reemplazante natural de Welker, pero no logró su cometido. Floja campaña de quien tuvo muchas lesiones frecuentes.
Ni hablar de los tres novatos. Aaron Dobson, Kenbrell Thompkins y Josh Boyce tuvieron que aprenderse un sistema distinto a la vez que hacían su bautismo de fuego en la NFL. Difícil, algo que se notó con muchas descoordinaciones en la rutas y en los envíos. Ojo, eran cuestiones mínimas, pero suficientes para que en la detallista NFL produzca que un pase no se complete.
Por esta razón, Bellichick apuesta fuerte a mejorar esta faceta. De los novatos 2013, quien pica con más chances de titular es Dobson, jugador que es talentoso, pero que necesita mejorar diferentes cuestiones a la hora de su juego. Llegó de Carolina el veterano Brandon LaFell para adquirir una opción más al ataque.
Hoy, Bellichick tiene ocho receptores de los cuales tendrá que recortar. Edelman, Dobson y LaFell pintan a ser el trío que más rodaje tenga en el campo, aunque tenemos que decir que no reluce como oro. Por ello, la recuperación de Gronkowski será esencial para este equipo, que durante unos años le alcanzó con dos alas cerradas que marcaban diferencia y un receptor que obtenía muchas yardas. Hoy no esta la misma calidad y "El Yoda" tendrá que improvisar o buscar la mejor y la manera más efectiva para llegar lejos otra vez.
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