domingo, 16 de septiembre de 2012

Los Trojans perdieron mucho ante Stanford, pero no todo

USC perdió el invicto ante Stanford
Y una semana tenía que suceder. La nota más importante de esta fecha de la NCAA es la caída de USC (2), que tanto había demostrado la semana pasada, esta vez cayó ante Stanford (21) 21 a 14. Y en este juego de perfección que maneja la NCAA, su ranking se moverá y las chances de cara el titulo ahora parecen distantes.

Pero para los expertos en la materia, los Trojans perdieron mucho más que un partido y una posición importante en el ranking. Para los pesimistas han perdido desde el Heisman hasta el Campeonato Nacional, mientras que para los más positivos es una caída dura pero falta mucho.

Es que siempre duele perder y más en un partido como el que se dio ante Stanford. El Cardinal sinceramente demostró un nivel que no se esperaba, especialmente en la parte defensiva, algo que fue el talón de aquiles de este equipo en el pasado.

Los números hablan por si solos, cuando veo que disminuyeron a 14 puntos y 276 yardas totales a una ofensiva que había anotado casí cien puntos entre los dos primeros partidos, asombra. Además Matt Barkley estaba luciendo un nível espectacular la semana anterior y destacamos el poder de pase en la zona roja que había mostrado. En este juego lo interceptaron dos veces y no conectó pases anotadores.

También hay que decir algo de la ofensiva terrestre de los Trojans, ya que Curtis McNeal y Silas Reed no pudieron nunca imponerse con criterio. Fueron un poco más de cincuenta yardas entre ambos, lo cual es nada para este equipo. La defensa de Stanford los anuló en las dos facetas y corrió con mucho criterio con Stefan Taylor para amarrar el juego y dominar con amplitud la defensa rival por tierra.

Igualmente si la cuestión recae en que los Trojans han perdido todo, no lo creo que sea tan dramatico. Es verdad, una derrota así pesa y quizá a la larga les afecte si quisieran llegar al BCS. Pero todavía falta mucha tela por cortar y los demás candidatos pueden caer también. Ellos tienen que jugar con Oregon (4) aun y LSU (3) tiene también juegos duros enfrente al igual que Oklahoma (6) y Florida State (5). Y el resto de los que rondan por ahí, ni hablar. Ellos no son Boise State, que si pierden uno pasan de un bowl grande a uno de poco fuste.

Del único que se puede temer hoy es de Alabama que demostró mejor que USC y es el legitimo campéón y número uno. Bama ya venció a Michigan y Arkansas, que en la previa arrancaban como candidatos fuertes. Lo cual lo pone un escalón arriba.  Pero el resto le han ganado a equipo ignotos. Por ejemplo, los Tigers de Lousiana State han vencido a North Texas, Washington e Idaho. Peor los Seminoles que arrasan con todo pero contra equipos de otras divisiones como Murray State, Savannah State y Wake Forest. Todavía es muy temprano para sacar conclusiones precisas porque no se han dado los encuentros fuertes, los Trojans tuvieron el primero recién y no significa nada si el Cardinal no se impone como el gran candidato en la Pac 12.

La semana que viene veremos choques duro y que quizá no muestren algo. Los Ducks van ante el cuco de Arizona (24), los Noles ante nada más ni nada menos que Clemson (10), mientras que Oklahoma (6) choca contra el difícil Kansas State (15). También hay un duelo bueno entre Notre Dame (11) y Michigan (18).

En definitiva, el golpe es duro pero no es letal como muchos piensan. La cuestión es que si uno esperaba que pierda el invicto USC no era en la semana tres sino en una final de conferencia. Y esto en un punto es bueno, porque todavía hay mucho terreno para mejorar y faltan muchas fechas en donde los demás juegan algunos entre si y pueden flaquear. Por eso los Trojans han tenido una fuerte derrota, pero que no tiene porque convertirse en sentencia.

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