No quedan dudas que el jugador más grande de la historia de los New England es Tom Brady. Por logros pasados y por lo que sigue obteniendo este mariscal, considerado de los mejores de todos los tiempos. Esta semana, la estrella de los Patriots arregló una extensión de contrato que lo hará jugador del equipo del noreste hasta su retiro prácticamente.
Será hasta 2017 por 30 millones de dolares en un acuerdo que no solo beneficia al propio Brady, sino que a todos los Patriots, que con esto se garantizan estar siempre en pelea y a su máximo ídolo hasta el final.
Quizá el habitual de los contratos para mariscales franquicia en la NFL sea un poco más elevado, pero sinceramente Brady no necesita dinero. No es un jugador que solo cobra por jugar y nada más, él es una estrella en los Estados Unidos, una celebridad que factura innumerables sumas por campañas publicitarias y otras cuestiones. Por ello, no ser el mejor pago de la liga no es algo que le afecte. Es más creo que este acuerdo beneficia a ambos, porque los Pats no tienen que gastar una torta de dinero y poder conservar a su mejor jugador, mientras que el propio Brady sabe que continuará en la franquicia que ya es su lugar en el mundo y principalmente en la NFL.
En total por año, el jugador recibirá 13.8 millones en 2013, 14.8 millones en 2014, 13 en 2015, 14 en 2016 y 15 en 2017. Este será el último año de Brady en el equipo, pero así y todo podría significar el retiro del astro de la NFL, por esa época pisaría los cuarenta años.
Pero lo más importante es que se garantizaron al jugador más importante de su equipo por varias temporadas más. Lo hemos dicho infinidad de ocasiones, sin él el equipo no luce. Cuando se lesionó y estuvo Matt Cassell no pudo guiar al equipo ni siquiera a los playoffs, y eso que poseía una excelente base de jugadores. Por eso cualquier precio es poco para seguir reteniendo a Brady.
No quiero pecar de reiterativo, pero han pasado cualquier cantidad jugadores estelares por el sistema de los Patriots y siempre la figura fue Brady. Eso sucede porque simplemente el sistema es el número doce, quien produce el desequilibrio encontrando todos los huecos para los receptores. Por ello digo y repito, son importantes Wes Welker, Rob Gronkowski y Aaron Hernandez, pero si falta uno de estos el equipo subsiste, si falta el mariscal no lo puede reemplazar con nadie al alcance de los Pats.
Las estadísticas de los últimos tres años juegan totalmente a favor de él. Un promedio de 4000 yardas por campaña, incluyendo una en donde superó la marca de Dan Marino. Más de 30 pases de touchdown y siempre un porcentaje superior al 60 por ciento de efectividad. Los números ayudan aun más a decidir darle el dinero que pida.
Lo importante es que Brady seguirá probablemente hasta que diga adiós a la NFL. Con esto los Pats se aseguran a su máxima estrella por siempre en la franquicia y se evitaron un problema para los próximos años, porque no siempre se consigue un Brady ni mucho menos. Jugadores como él son pocos y por lo menos tendrán que recién pensar en un sucesor dentro de cuatro. Por ello este contrato no favoreció más que a la dos partes.
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