Chip Kelly tuvo un gran arranque con los Eagles. Los metió en playoffs con un presupuesto mucho más bajo que el que manejaba Andy Reid. Kelly lo logró y principalmente porque encontró el QB, Nick Foles. No se si Foles será el mariscal del futuro, o solo tuvo diez partidos fabulosos la anterior temporada, pero vale la pena jugársela. Y esto, es puro crédito de Kelly, que se la jugó por él, lo que no hizo Reid que siempre lo puso en duda.
O sea, Kelly tiene crédito. Por eso, la decisión que tomaron los Eagles de cortar a DeSean Jackson tiene mucho que ver con ello.
Pero empecemos por la historia desde donde comenzó. Tras la derrota de los Eagles ante Saints en playoffs se rumoreó por todos los medios estadounidenses que la relación entre Jackson y la franquicia estaba rota y que Kelly ha tenido una mala relación con el receptor estrella.
Contextualicemos esto, Jackson era el as ofensivo tras LeSean McCoy en Phily. Tras la lesión de Jeremy Maclin, fue el mejor receptor del equipo y su nivel fue realmente asombroso, aunque no estuvo a la altura de Calvin Johnson o Demaryius Thomas, era claro DeSean era una llave de juego para esta franquicia.
Llegó y se metió a la gente en el corazón, por eso, verlo ir del club a Washington es doloroso para el fanático. Además de ser un revés para la organización que tuvo que hacer una movida que claramente no quería.
Pero ¿Se justifica el orden del vestidor por un jugador tan importante? ¿Cuanto afectará esto a la ofensiva de Kelly? Cuestiones que el mundo Philadelphia se pregunta.
Antes que nada, pienso, en esta NFL, con lo difícil que es conseguir un jugador de la categoría de Jackson, porque no utilizaron otros medios para retenerlo o limar las asperezas. El número 10 es un playmaker, un jugador que puede romper las líneas rivales y hacer jugadas realmente grandes. Tiene 27 años y un futuro por recorrer aun.
Evidentemente lo extra deportivo pesó mucho más. Jackson tenía ciertos problemas legales, o sea, está siendo investigado por asuntos con la mafia, tanto en Philadelphia como en su ciudad natal, Los Ángeles. Si bien no hay nada que culpe al receptor, esto no le agradó a la dirigencia y mucho menos a Kelly.
El problema con él, es que nadie quería canjearlo por el precio que tiene. A cambio de un jugador por ese salario hay que otorgar demasiadas cosas. Por eso, escogieron cortarlo. Tarde, porque ahora los Eagles tienen un hueco enorme bajo el tope que podía haber sido ocupado por jugadores como Eric Decker, Golden Tate, entre otros, que si bien, quizá no estén a la altura de Jackson, ayudarían al equipo.
Seis años estuvo el ex Universidad de California en Philadelphia con altos niveles de juego. Estuvo cuatro veces con los Eagles en playoffs, y en su primera temporada quedó bien cerca del Super Bowl.
En cuanto a la justificación de su salida, todavía no encuentro razones suficientes como para justificar esa salida. Es un jugador importante y no creo que Phily encuentre en este Draft o los subsiguientes un jugador como él, no es fácil. Además, el precio de su salida es dinero, no picks de Draft altos que le podían haber quitado a Washington u otro equipo.
Está Riley Cooper y Maclin, no está tan desprotegido, pero perdió a alguien importante. Además un ídolo de la gente de Philadelphia. Quizá Kelly no quería que el grupo se le complique, veremos, esta jugandose parte de ese crédito que ganó con Nick Foles.
Quizá duela que se vaya a un rival directo y que quizá le arrebate el título a Phily. En fin, muchas cosas para una de las historias que recién se empieza a trazar en esta temporada 2014 que aun no comenzó oficialmente y ya tiene tela para cortar.
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