Discutir la carrera de Archie Mason Griffin en la universidad estatal de Ohio es propio de alguien que no tiene dos dedos de frente. Muchos en la historia han ganado y van a ganar el Trofeo Heisman, pero solo Griffin lo obtuvo en dos ocasiones (1974-75).
“Es el mejor prospecto de jugador juvenil que existe y el mejor jugador que he visto en mi vida”, declaraba Woody Hayes, entrenador en jefe de los Buckeyes en ese entonces. Y no estaba equivocado, por que en el equipo de Columbus Archie corrió para más de 1,300 yardas en cada una de sus últimas tres temporadas en Ohio, convirtiéndose en el primer jugador en liderar la división Big Ten en yardas por tierra en tres temporadas consecutivas. Además tiene la marca de correr más de 34 veces en un partido la cantidad de 100 yardas. Las declaraciones de Hayes también van de la mano que con el corredor su equipo ganó en cuatro años 40 partidos.
Con todo eso fue elegido el jugador del año dos veces, junto con los trofeos Heisman, además del premio Walter Camp y el Premio Maxwell. Con esos palmares y honores los Cincinatti Bengals lo eligieron en el Draft 1976(24 en el global).
Griffin jugó siete temporadas en la NFL, pero no pudo hacer el tipo de impacto que cabría esperar de un jugador dos veces ganador del premio más prestigioso del fútbol universitario. Después de ganar un poco más de 2,800 yardas con los Bengals, Archie terminó su carrera en la USFL.
Archie Griffin entró en la historia en la NCAA, en 1986 lo eligieron en el salón de la fama del fútbol americano universitario y hoy es el presidente de los ex jugadores de Ohio State. Pero en la liga más importante de Estados Unidos, en donde se creía que podía triunfar, Griffin hizo mucho ruido y pocas nueces.
“En la NFL se dieron cuenta de que lo que hacemos acá es en serio”
Sergio Biagini, presidente la Liga Argentina de Fútbol Americano, nos cuenta acerca del progreso de la FAA, los nuevos proyectos, la relación con la NFL y nos adelanta algo del Silver Bowl.
- Están en constante crecimiento y cada día son más jugadores ¿Qué nuevos objetivos se plantean?
-Planteamos objetivos cercanos y concretos, tratamos de evitar los delirios. No queremos un súper estadio, o un domo, cosas simples como agregar una tribuna a la cancha en la que jugamos en el club Comunicaciones.
-¿Cómo esta la relación con la NFL?
-Bien. Ellos se dieron cuenta que lo nuestro era serio y que la idea de la FAA tiene sostén y no somos unos locos que jugamos por jugar. Hoy en día podemos decir que las cosas de la Sudamérica las ven con nuestra liga.
-O sea son lo que mas interesa de Sudamérica para ellos. -No es tan así, ellos querían hacer un torneo sudamericano y nosotros les dijimos que eso era totalmente imposible. No creen en lo que le decimos.
-Pero ¿Por qué es imposible?
-Por que los jugadores que juegan esta liga y las de los otros países trabajan, estudian y no todos tienen el poder adquisitivo como para viajar, pagarse un hotel, etc. Además para hacer algunos partidos necesitas varios días. Un delirio por ahora, estamos enfocados en nuestra liga.
-¿En que nivel de jugadores tanto en cantidad como calidad se encuentra la Liga?
-Muy estable, logramos una continuidad en cuanto jugadores importante. Además tenemos la suerte de que hoy los equipos se encargan más de organizarse ellos mismos, lo que nos quita trabajo a nosotros. El nivel ha subido y la idea es que en uno o dos años poder jugar once contra once.
-Referido a la calidad, ¿Cuánto sirvió el partido amistoso con el Mckenna College?
-Bastante, por que jugamos contra una universidad de la NCAA, que si bien no es de las mejores, sino que es de tercera división te pasan por arriba igual.
-¿Qué los diferencia?
-La técnica y al experiencia por sobre todas las cosas. Además hay una cultura de esto en Estados Unidos, es como para nosotros en fútbol, lo palpamos desde la cuna.
-¿Por qué no se ha jugado el Silver Bowl y si se jugará de nuevo?
-Lamentablemente Uruguay ha tenido problemas que no pudo solucionar y por eso no pudo organizarlo. Pero este año esta todo puesto de nuestro lado y del de ellos como para jugarlo.
-En que fecha sería
-Va a ser el primer fin de semana de diciembre en Argentina. Nuestra temporada termina en fines de octubre y principios de noviembre, por lo que tenemos tiempo para entrenar con el seleccionado y preparar el partido.
-Por último, ¿Qué es lo mejor de ver un sueño de diez muchachos que querían jugar fútbol americano, a esta realidad?
-Y la verdad que es algo increíble. Muchos pensaron que jamás iban a jugar, que quizás sus hijos lo hicieran, pero no fue así. Hoy pueden practicarlo y te agradecen por haber hecho esto posible. Para mi es totalmente gratificante, ya que le he puesto mucho trabajo y empeño.
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En su tercer año en la Universidad de Houston, Andre Ware rompió todas las marcas de la NCAA, estableció 26 registros en total. Lanzó para 4.699 yardas y consiguió 46 pases de touchdown, dejando a los Cougars con un promedio de nueve victorias y solo dos derrotas. Lo que lo llevo a ganar el trofeo más importante para un jugador colegial el Heisman, además era el primer mariscal negro en obtener este reconocimiento.
Luego de esa temporada exitosa, este mariscal de campo renunció a jugar su último año en su Universidad para llegar a la NFL. En el mini campamento antes del draft un reclutador declaró: “Señores estamos en frente de próximo gran mariscal de la NFL”
Pero esto no fue así. Los Lions lo eligieron en su primera selección del Draft 1990, tras pagarle un bono de un millón de dólares. Pero Ware no tuvo chances muchas chances de jugar, en cuatro años jugó 16 partidos y solo seis como titular.
Su mejor momento en la liga fue cuando los de Detroit estaban fuera de los playoffs y el Coach Fontes lo colocó los últimos tres encuentros. Andre consiguió dos victorias y el partido que perdió fue nada y nada menos que contra los San Francisco 49ers. Esos encuentros le abrieron una puerta a este quarterback, que fue traspasado a Los Ángeles Raiders, pero quedó afuera del plantel.
Su última chance era con el equipo de expansión reciente, los Jacksonville Jaguars, pero fue cortado antes de que comience la temporada regular.
Después del fracaso en la NFL, pasó a la Liga Canadiense. “Esta será la Liga en donde Ware triunfara”, decía su ex entrenador de Houston. Pero tampoco triunfó. Jugó con los Ottawa Rouge Riders, AC Lions y los Argonautas de Toronto. En este último equipo ganó la Copa Grey, pero desde la banca, ya que el mariscal titular era Doug Flutie.
Andre Ware fue una estrella de la NCAA y quizás el mejor jugador que pasó por la Universidad de Houston, cosa que pudo demostrar más adelante. En 2001 fue elegido en el Salón de la Fama del fútbol universitario, aunque para la NFL, Ware fue mucho ruido y pocas nueces.
La segunda semana de la temporada ya esta llegando a su fin y comenzaron a aparecer las primeras sorpresas. Tanto para mal como para bien hay equipos que han sorprendido a propios y extraños.
El primero de esta lista es Kansas City, metió dos victorias al hilo y lidera la AFC West. Primero venció a San Diego en casa y con baile, y esta semana derrotó con lo justo a los Cleveland Browns. Recordemos que no se esperaba una gran labor de los Chiefs este 2010, pero los dos primeros partidos han sorprendido, al igual que su juego. Si bien Matt Cassell no ha respondido, los corredores liderados por Jamaal Charles(foto) y Thomas Jones han sido claves en estos dos juegos. En cuanto a acarreos el equipo de Kansas se ubica quinto en el ranking de la NFL. Si bien todavía le falta mucho en cuanto a pases, estas dos semanas los de rojo han sorprendido.
Otro de los equipos que esta dando que hablar es Houston. Se sabía de antemano que este era un equipo fuerte, pero no que iba a llegar a la semana dos con todas victorias, ya que en la semana uno se tenía que enfrentar a los Colts de Peyton Manning. Pero los Texans derrotaron por 34-24 a Indianápolis con un gran juego terrestre y de pase. Y encima este domingo pasado ganaron un cotejo dificilísimo ante los Redskins, que venían de ganarles a los Vaqueros. Y los números hablan por si solos, ya que este equipo tejano lidera la NFL en cuanto a corridas con Arian Foster(foto) y Steve Slanton. Foster esta intratable, ya lleva tres touchdowns y más de 300 yardas en solo dos partidos. En cuanto a pase esta sexto y que Matt Schaub esta encontrando su juego y a los receptores para terminan las jugadas en la zona de anotación rival. Tanto Owen Daniels como Andre Johnson y Kevin Walter le han sido siempre opción a Schaub, lo que les da un gran poder a la ofensa. Por el lado de la defensiva hay dos caras muy diferentes. Por que Houston solo ha permitido 31 yardas terrestres por partido, pero si ha permitido 411 por aire, lo que marca una debilidad en este equipo que causa sensación.
Dos equipos que también han ganado estas dos fechas y son para tener en cuenta son los Steelers y los Dolphins. Por el lado de los de Pittsburgh asombra que luego de un mal nivel en pretemporada y con la falta de Ben Roethlisberger por cuatro semanas, el equipo iba a sufrir dicha baja. Pero Dennis Dixon ha hecho un gran trabajo, si bien no brillo demostró que puede ser una interesante variante del Big Ben.
Por su parte Miami viene de vencer a un equipo difícil como Minnesotta, aunque en ofensiva no esta al máximo de su nivel. Ha corrido bien el ovoide, pero no lo ha pasado del todo bien. Igualmente la defensa esta jugando muy bien y es el gran sostén del equipo de la Florida.
Ahora es el momento de las que hasta el día de hoy son las grandes decepciones de la temporada: Dallas Cowboys y Minnesotta Vikings.
Los de Dallas perdieron un partido insólito con Washington y el domingo pasado volvieron a jugar mal y cayeron ante los Bears. Si bien el poder aéreo esta intacto y tanto Miles Austin, Dez Bryant, Roy Williams y Jason Witten están jugando bien, el juego terrestre es muy pobre. La defensa tiene muchos problemas en cuanto a los pases y a las faltas personales.
Si bien los Vikings perdieron frente al último campeón, se esperaba que con los Dolphins vuelvan las victorias, pero no fue así y cayó 14-10. Brett Favre esta muy bajo y Adrián Peterson carga el solo el juego terrestre, por lo que se hace difícil vencer a las defensivas. En ese rubro Minnesotta va bien, no ha permitido ni muchas yardas aéreas ni tantas por tierra, pero si el gran “4” no se enciende no la pasaran bien esta campaña.
Van dos semanas y algunos equipos causaron sensación, hay que ver cuanto le dura esto a Miami y a Kansas que son más inestables, por que Houston y Pittsburgh ya están armados. El caso de Dallas asombra, pero su zona es pareja y tiene chances. Más difícil la tiene los Vikes, que tienen arriba suyo a los Empacadores y a los Bears.
Si alguna vez hubo un jugador que podría ser considerado un verdadero icono de la historia de los Jets, ese es Joe Namath. Ni el más ocasional de los aficionados al fútbol americano -, así como millones de estadounidenses de edad avanzada que vivían a través de él - saben de Broadway Joe y la garantía que era tenerlo a el en la cancha, y del gran partido que marcó la historia de la franquicia neoyorkina, el Super Bowl III.
Joe figuraba en todas las listas VIP de los clubes nocturnos, es más muchas celebridades de la época que pasaban por Nueva York quería conocerlo.
Namath odiaba el frió, a pesar de haber nacido en Pennsylvania. Tenía una casa en Miami, en la cual se fugaba cuando podía. En la Florida era un habitué del bar de Jilly. Una noche después de ganar el Super Bowl, el estaba junto a sus amigos en una esquina de dicho club, cuando un hombre junto a dos guardaespaldas venía a saludarlo. Era Frank Sinatra, ídolo de Joe y cuando este, exaltado, se paro para saludarlo le derribó por accidente los cócteles de la mesa, empapando al astro de la música. El silencio se apodero de la sala. Frank comenzó a limpiarse, mientras que el mariscal de campo le pedía disculpas constantemente. Por una de las cosas que se lo conocía a Sinatra, era por un mal carácter, aunque en ese momento dijo: “No hay problema Joe, no pasa nada”. Luego se sentaron a tomar copas hasta altas horas de la madrugada.
Namath fue también cautivar a Nueva York y lo logró. Joe era la luz más brillante en Broadway, el epítome de la bebida "y tías" Swingin '60. "Me gusta mi Johnnie Walker Red y mi mujer rubia," dijo, y luego hizo todo lo posible para no dejar lugar a dudas.A diferencia de los atletas de la antigüedad, que mantuvieron sus actividades fuera de la cancha y fuera de la prensa, Namath fue una nueva raza que no hizo ningún secreto de su vida social activa, dejándose ver en los clubes nocturnos y bares, y con frecuencia en la empresa de atractivas mujeres jóvenes, aspirantes a estrellas y Playmates.
La era Donovan McNabb en Philadelphia ya llegó a su fin y ahora el ex mariscal de Syracuse tiene otro futuro en los Washington Redskins. En un principio las riendas de la ofensiva de las Aguilas fueron entregadas a Kevin Kolb, pero tras la lesión de Kolb el pasado fin de semana y el mal rendimiento que había mostrado se provocó una controversia ¿Vick o Kolb?
Primero ambientémonos un poco. Michael Vick entra al juego tras una lesión de Kolb. Mostrando lo que supo dar el Atlanta años anteriores, Vick utilizó todo su repertorio. Corridas personales y grandes pases para poner a los verdes en 17 puntos. De repente, los fans comenzaron a vitorearlo, cuando un año antes lo abucheaban. En ese instante el ex mariscal de los Falcons fue una inyección de esperanza para intentar dar vuelta el partido, que hasta ahí parecía imposible.
Claramente esto creo una controversia para la cabeza de Andy Reid, entrenador en jefe, ya que el jugador en quien había depositado su confianza no estaba demostrando su nivel y tuvo que recurrir a la estrella apagada y controversial de Vick.
Pero ¿Cuanto le afectaría a Kolb y a Philadelphia un cambio de planes cuando el barco ya zarpó? Bastante. Se trabajó una pretemporada en la preparación de Kevin Kolb y no sería ético por parte de Reid desechar el trabajo y el apoyo que le había brindado, por un mal partido. Además, esto destrozaría la moral del Nº4, por lo que tiene que darle confianza para volver.
El juego de Vick se ilumina por si solo y levanta a la gente de sus butacas, pero si se quiere apostar a algo serio en Phily, el ex mariscal de Virginia Tech solo jugaría este partido haciendo un reemplazo y nada. Pero, un buen resultado podría dar vueltas las cosas.
En conclusión, las Aguilas han invertido demasiado tiempo, trabajo, y dinero en Kolb, y eso no se puede tirar por la borda. El joven mariscal tiene mucho talento y se ganó esta oportunidad haciendo grandes partidos la temporada pasada. Hay que esperar, este fue el primer sofocón de los tantos que tienen los mariscales en su carrera y se quiere ser bueno tendrá que sortearlo y no mirar atrás. Reid salió a decir públicamente que Kolb era su mariscal, pero la sombra de una estrella como Vick quiere resurgir y si los números no acompañan volvería el “Siete mágico” volvería a la carga. Igualmente por ahora sigue siendo el segundo.
Billy estaba sentado en la esquina oeste del Fedex Stadium, había recorrido más de mil kilómetros desde Dallas para ver el debut de su equipo en la temporada. Pasar por más de diez estados, más de cincuenta ciudades y diversos paisajes por el fanatismo con su equipo.
Era otra temporada de ilusión para los Cowboys, un equipo con estrellas que prometían daban en la previa la sensación de que este año se podía volver a los buenas épocas de antaño.
En la primera mitad la decepción había llegado a Billy de repente, cuando de un error de los entrenadores al mandar una jugada cuando quedaban cuatro segundos, terminó en touchdown para los Redskins. Pero ya se había recuperado por que la defensiva de su equipo estaba un haciendo un gran partido y el encuentro estaba parejo, cuando Miles Austin atrapó el pase de Tony Romo para anotar en el tercer cuarto.
Rodeado a el tenía a una multitud de fanáticos de Washington que le gritaban al oído: “Go Redskins!! o sino “Let´s Go defense”, lo que hacía que este tejano se enoje y les haga recordad la paternidad de su escuadra sobre la franquicia de la capital estadounidense.
Llegaba la última serie ofensiva y a pesar de todo Billy la ilusión de ganar el partido y de que Romo se ponga en la piel de Roger Staubach era algo que quería ver y dedicárselo a los fans contrarios que lo habían criticado todo el partido.
La ofensiva venía bien, dos pases buenos al novato estrella, Dez Bryant, presagiaba una remontada. Pero un par pases errados y quedaron en cuarto down, con la presión de que si el balón se caía se terminaba el partido. Pero Romo fue inteligente, aunque peor fue lo de la defensa de los Redskins, que no marcó a Miles Austin y este logró el ansiado primer down, que dejó a este fanático emocionado y exaltado.
Eran cuatro oportunidades más, pero el mariscal de Dallas no pudo conectar, el reloj ya se moría y si los Cowboys acertaban una jugada se llevaban una victoria importante y que hasta ese momento era inmerecida.
Tres segundos en el reloj, el marcador 13-7, cuatro receptores de lado de la visita y la mayoría de los secundarios de Washington en el end-zone para cortar la jugada. A la cuenta de uno salió el ovoide y la presión de la defensa se hizo sentir, aunque Romo con unos buenos regates se escapó de los linieros de 150 kilos. El reloj ya estaba en cero, la gente local asustada y Billy con la cabeza esperando el milagro. Después de escapar de los grandotes salió el pase que cayó a las manos de un solitario Roy Williams para el touchdown. Nuestro fanático se exaltó, comenzó a saltar en su butaca desaforado, hasta que volvió a ver el campo de juego. Ya no estaban los jugadores de Dallas festejando, sino que los que los hacían eran los de amarillo y bordo. Pero en ese segundo ve las manos arriba de McNabb, mariscal rival, festejando y no entendía nada. El juez había sancionado falta en ataque de Alex Barron, quien ya había cometido una en el primer cuarto y era el jugador más propenso del equipo a equivocarse.
La cara de Billy se transfiguró, su expresión de felicidad y de auto superación ya se había esfumado. Por culpa de un error propio era la primera caída(13-7) de su equipo en el torneo, no era un buen comienzo y para nuestro fanático la frustración de por el momento no tener ganas de recorrer más estados para ver a sus amados Cowboys.
Corrían los primeros días de agosto del año 1936, se estaban disputando los Juegos Olímpicos de Berlín, unos de los juegos más polémicos de la historia, por la ideología nazi que se transmitía. Pero por aquellos días no se esperaba que aparezca una de las más grandes estrellas de la historia de los JJ.OO y del atletismo: Jesse Owens. Este afroamericano consiguió cuatro medallas en diferentes disciplinas del atletismo y ante la atenta mirada de Adolf Hitler en el palco, venciendo a la gran raza aria que se pregonaba de ese entonces.
Veintiséis años después de la hazaña de Owens, se disputaba en Texas el Cotton Bowl, en donde se enfrentaban la universidad de dicho estado y la de Syracuse, que tenía a tres jugadores negros en sus filas. John Brown, Art Baker y Ernie Davis eran los atletas afroamericanos de los Naranjas.
Por esos entonces, la lucha por la igualdad racial era el gran problema de la sociedad estadounidense. Eran tiempos de Martín Luther King, Malcolm X y Ernie Davis, si el jugador de Syracuse, que era el gran símbolo deportivo de la raza negra en los principios de los 60´.
En esta final jugaban los dos equipos más importantes del momento y el encuentro disputado en Texas prometía ser terrible, ya que en dicho estado se encontraba el foco del racismo en Estados Unidos y para los habitantes del estado sureño el fútbol americano es una religión.
A Brown, Baker y Davis lo habían mandado a una pensión en la ciudad, ya que en el hotel no los aceptaron. Pero el gran problema era Davis, que según informaba el gobernador de Austin, temía que si el jugaba provocaría un desorden civil entre ambas razas.
Pero el coach Ben Schwartzwalder lo puso igual. En la primera mitad “El Expreso de Elmira” hizo estragos en la defensa texana, pero cada vez que lo tacleaban se desataban trifulcas y peleas entre jugadores de ambos equipos. Los árbitros por miedo a un desborde de la tribuna tiraban a favor de los Cuernos Largos, lo que hacía todo más engorroso.
El final de la primera parte finalizó con una lucha entre los jugadores, lo que provocó a Schwartzwalder a sacar a la estrella negra de la cancha en la segunda mitad.
Pero sobre el final, cuando su equipo sufría y podía perder el partido, Davis ingresó a la cancha y en la primera jugada devolvió una patada de toda la cancha, eludiendo a todos y anotando un touchdown para poner arriba a su equipo. Pero esto no era todo, cuando Texas se rifaba su última chance de anotar, Ernie deflectó la pelota dejando sin chances y dándole el campeonato nacional para los Oranges de Syracuse.
Cuenta Owens en su autobiografía que: “Cuando volví a mi país natal, después de todas las historias sobre Hitler, no pude viajar en la parte delantera del autobús. Volví a la puerta de atrás. No podía vivir donde quería. No fui invitado a estrechar la mano de Hitler, pero tampoco fui invitado a la Casa Blanca a dar la mano al Presidente.” Algo similar le sucedió a corredor de los naranjas, ya que al final del encuentro los dueños del restaurante que iban a ser la ceremonia a los campeones, no lo dejaron entrar a el y a sus compañeros por ser negros.
Davis al igual que Owens en Berlín 1936 fue ovacionado por la gente que lo insultó todo el partido, fue elegido MVP del juego y ganó el premio Heisman, el más importante a nivel colegial y fue el primer afroamericano en conseguirlo.
Estos dos atletas fueron héroes en su día y aunque después de eso la discriminación siguió cambiaron algo en la cabeza de los que los estaban viendo. Owens pudo vivir algo de eso, aunque Davis no tuvo la misma suerte, falleció de leucemia tres años, pero todos lo recordaran como “El Expreso de Elvira” que atravesó fronteras inimaginables para gente de su raza en el lugar más hostil para un negro en los Estados Unidos.
Revis firmó por cuatro años con los Jets Despues de muchas idas y vueltas Darrelle Revis arregló con la franquicia de Nueva York por cuatro temporadas y más de 35 millones de dolares. Hay que recordad que el esquinero no había entrenado con el equipo debido a este tema, aunque será de la partida para Rex Ryan este domingo.
Merriman no jugará frente a Kansas City La baja de Shawne Merriman se confirmó en el día de hoy, ya que no está al cien por cien y no arriesgaran. Si bien se entrenó con normalidad, todavía sigue con desinflamotorios en su talón de aquiles.
C.J Spiller será titular frente a los Dolphins Chan Gailey confirmó a Spiller como titular el domingo para enfrenatar a Miami. La razón por la cual el novato abrirá, se debe a que Marshawn Lynch y Fred Jackson no están al ciento por ciento, debido a diferentes lesiones
Sólo conocía una sola velocidad y era la máxima, aunque era esa la que lo hacía ser tan talentoso y a la vez tan criticado por los entrenadores de la NFL. McMahon era unos de los clásicos personajes queridos en bares y en la vida nocturna. Iba a ver bandas de punk y rock las noches anteriores a los partidos, lo que le dejaba rastros que llevaba a la cancha al día siguiente. No le importaba la autoridad, ignoraba como si estuviera en un recital las indicaciones de los entrenadores, aunque a pesar de todo fue un líder en sus equipos. Era temerario y extravagante, revoluciono a todos siendo el primer mariscal en usar bincha en la cabeza, además de cortes de pelo exóticos y anteojos de sol, dando la imagen de un rebelde sin fin.
Jugó para universidad de Brigham Young, que tiene la particularidad de estar emparentada con la religión mormona, lo que llevó al joven mariscal a ser amenazado varias veces con perder su beca. Igualmente lo demostró siendo el jugador más importante en la historia de esa universidad.
En el 85´,año en que ganaría el Super Bowl con los Chicago Bears, McMahon lució una bincha con el logotipo de “Adidas” en la cabeza, lo cual estaba prohibido y el comisionado de la NFL de ese entonces, Peter Rozelle lo multó con 5.000 dólares. Al partido siguiente llevó la misma cinta en la cabeza, aunque esta vez tenía un logotipo que decía “Rozelle”. Luego de esto el comisionado le envió una carta en donde decía que: “Sos gracioso como el infierno”.
"Una cosa sobre Jim McMahon, que fue su maldición y también tal vez la única cosa que lo hacía tolerable era que estaba arrepentido. Él sabía que era un idiota y que no le importaba que todos supieran que iba a algunos partidos amanecido, pero para el siempre existía el “Oops, pido disculpas”, define el periodista Rick Telander. Y es que no hay mejor de mostrar lo que fue McMahon en la cancha, la representación de la rebeldía en un deporte tan emparentado con la disciplina.
Sam Bradford, Tim Tebow, Jimmy Clausen y Colt McCoy son los mariscales novatos que esta temporada estarán en la mira de todos. Y es que estas ex estrellas universitarias tendrán que demostrar su talento y no decepcionar en este 2010. Si bien Bradford es el único con la titularidad asegurada, el resto tendrá seguro la chance de jugar algún partido como titular.
El Nº1 del Draft abrirá en el primer partido y la impresión que dejó en estos encuentros de pretemporada fue lo suficientemente buena como para despertar ilusiones. Se lo ha visto muy preciso y con la tranquilidad de alguien experimentado a la hora de lanzar pases, pero lo lamentable es que no tendrá muchas opciones al momento de entregar el balón. Es que en Saint Louis ya no están los grandes receptores de hace unos años atrás, por lo que las opciones para el ex Oklahoma no son las mejores en cuanto a pases. También no hay que dejar de lado que la línea ofensiva de los azul y oro no ha mejorado lo suficiente para darle protección a la joven promesa, por lo que habrá que esperar para que Bradford brille este 2010.
Por el lado de Tim Tebow, el ha mostrado condiciones en los partidos preparatorios, aunque delante suyo tiene a Kyle Orton, quien ha demostrado un buen nivel el año pasado y será difícil sacarle el puesto. A favor del ex Florida juega la presión de la gente. Si los resultados de los Broncos no se encaminan, Tebow tendrá la oportunidad de ser el mariscal Nº1.
Jimmy Clausen iniciara esta campaña como el sustituto de Matt Moore, aunque de los tres novatos suplentes, es el que más chances tendría de jugar más rápido. ¿Por qué? Moore comenzó con un buen nivel la temporada anterior, pero a medida que pasaron los partidos ese juego se diluyó, por lo que Clausen podría salir de la banca antes de lo esperado. Si lo hace, tendrá interesantes opciones de juego en su receptores y en el gran grupo de corredores de los Panthers.
El caso de Colt McCoy es quizá es más difícil y complejo de los cuatro, por que delante de el tiene a dos jugadores con experiencia, lo que no quiere decir que fracasen como tantos otros en Cleveland. Ellos son Jake Delhomme y Seneca Wallace. El primero viene en caída libre en su rendimiento y es muy difícil que vuelva a ser el gran mariscal que fue en 2003. El caso de Wallace es distinto, llegó a los Browns para jugar y dejar de ser la sombra de Matt Hasselbeck en Seattle, pero aunque tenga la chance no tiene receptores en quien confiar, especialmente para alguien con poco rodaje. Pero volviendo a McCoy, es muy complicado que sea titular en los primeros encuentros, seguramente lo será cuando la temporada este llegando a su fin y los Browns se encuentren ante otro rotundo fracaso en su historia.
