Luego de esa temporada exitosa, este mariscal de campo renunció a jugar su último año en su Universidad para llegar a la NFL. En el mini campamento antes del draft un reclutador declaró: “Señores estamos en frente de próximo gran mariscal de la NFL”
Pero esto no fue así. Los Lions lo eligieron en su primera selección del Draft 1990, tras pagarle un bono de un millón de dólares. Pero Ware no tuvo chances muchas chances de jugar, en cuatro años jugó 16 partidos y solo seis como titular.
Su mejor momento en la liga fue cuando los de Detroit estaban fuera de los playoffs y el Coach Fontes lo colocó los últimos tres encuentros. Andre consiguió dos victorias y el partido que perdió fue nada y nada menos que contra los San Francisco 49ers. Esos encuentros le abrieron una puerta a este quarterback, que fue traspasado a Los Ángeles Raiders, pero quedó afuera del plantel.
Su última chance era con el equipo de expansión reciente, los Jacksonville Jaguars, pero fue cortado antes de que comience la temporada regular.
Después del fracaso en la NFL, pasó a la Liga Canadiense. “Esta será la Liga en donde Ware triunfara”, decía su ex entrenador de Houston. Pero tampoco triunfó. Jugó con los Ottawa Rouge Riders, AC Lions y los Argonautas de Toronto. En este último equipo ganó la Copa Grey, pero desde la banca, ya que el mariscal titular era Doug Flutie.
Andre Ware fue una estrella de la NCAA y quizás el mejor jugador que pasó por la Universidad de Houston, cosa que pudo demostrar más adelante. En 2001 fue elegido en el Salón de la Fama del fútbol universitario, aunque para la NFL, Ware fue mucho ruido y pocas nueces.
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