lunes, 8 de noviembre de 2010

Un día de futbol americano en la Argentina

Llegue al Club Comunicaciones después de dos horas de viaje desde el conurbano, con la ilusión de al menos ver buenos partidos de futbol americano. Eran las semifinales y se suponía que los encuentros serían atractivos. Ya era tarde para el primer partido entre Corsarios y Legionarios, pero estaban en la prorroga y me habían comentado que había sido un partido de muchos puntos y sensaciones. Pero sin dudas las miradas estaban puestas en los dos equipos que estaban haciendo su entrada en calor. Tanto Cruzados como Jabalíes tienen un duelo muy particular, ya que en la últimas dos ediciones del Tazón Austral se enfrentaron y la victoria quedó para la Hermandad Cruzada. Ya el primer encuentro lo había ganado los Corsarios con un touchdown exquisito de Federico Poy y la Legión no pudo anotar en su intento. Tanto los Jabas como los Cruzados se reunían en ronda y arengaban al estilo “300”. Se veía mucha unión en ambos planteles. Después de toda esa previa alentadora la patada de kick-off hacía que comenzaran los primeros golpazos. Casco contra casco, hombrera contra hombrera y hasta directamente cuerpo contra cuerpo. En la primera serie ofensiva el campeón salió con todo, con un juego terrestre impulsado por Nicolás Crespo terminó en anotación de seis puntos tras una corrida de Mario Ibarra.
Si bien el golpe tempranero atentaba frente al ánimo del equipo Jabalí, las ganas de ganar nunca se perdieron, aunque no se haya anotado touchdown en toda la primera mitad. También fue de la mano con que el resto del primer cuarto y el segundo fueron a puro tackle, no hubo puntos y se cometieron muchas faltas, que le estaban poniendo pimienta al juego.
Mantener el ánimo de los jugadores en el entretiempo se volvía fundamental, aunque esto solo le sirvió a solo uno de los equipos, los Jabalíes. Porque el bicampeón salió distinto, mientras que los Jabas se enchufaron y en su primera serie igualaron el marcador con una corrida de Darwin Flores.
A partir del empate se vivió otro partido, con los Jabalíes más cerca de ganarlo y con el campeón muy erróneo. Se equivocaba en pases, recepciones, en la línea ofensiva y con los balones sueltos.
Cuando faltaban seis minutos para el final, una jugada excelente del mariscal jabalí, Federico Schawrtzmann, que le conectó un buen pase a Alan Kritzler para el touchdown.
Sobre el final del encuentro, Cruzados buscaba hacer la heroica, pero los pases que lanzó Thomas Haberl jamás llegaron a destino y fueron bloqueados por la defensa de los puercos. Después de desperdiciar la última chance, solo quedó que Schawrtzmann se arrodille y finalice el encuentro. La explosión del plantel Jabalí era increíble, un desahogo por llegar a la final y de haberle ganado a su gran verdugo. Llantos y abrazos que mostraban el esfuerzo de un año entero, mientras que del otro lado estaba la decepción, pero el ánimo de haber hecho un gran año.
PROXIMA FECHA: FINAL TAZÓN AUSTRAL CORSARIOS VS JABALÍES

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