miércoles, 27 de marzo de 2013

Rompiendo las instituciones


No solo en la NFL, sino que en todos los deportes por equipos hay una premisa respecto a los ídolos: son intocables. Sus hazañas deportivas los han puesto como santos a los que los fanáticos veneran, no importa el nivel o rendimiento, ellos los quieren allí. Simplemente porque les genera un respeto y una idolatría de seguir viendo hasta el final de sus días como atleta con su camiseta al deportista que tantas alegrías le dio

Y si bien este es un espacio de football americano, la cuestión de los ídolos sucede en la mayoría de los deportes. Béisbol, Basquetbol, Fútbol (el más identificado), entre otros.

Con esta introducción quiero hablar de una problemática que sucede hoy en día en la NFL, que no significa que sea mala o buena, pero que esta vigente. Y es que varios equipos han rescindido de jugadores que durante al menos una década han sido marca registrado de esas franquicias. Hablamos hace una semana de James Harrison, ahora se agrega Brian Urlacher, Wes Welker y la lista continua.

Entiendo que las reglas de la nueva agencia hacen que los equipos tengan que tomar esas decisiones, pero esto no afecta demasiado a los jugadores veteranos y hace de la NFL una liga joven. Esa pelota se podría volver en contra en algún momento.

El mercado es duro en donde se lo mire y esta tendencia de la agencia libre con restricciones afecta seriamente a los jugadores veteranos de treinta años o más. Los clubes no pueden ponerse a la altura de los contratos y si no bajan sus pretensiones alusivamente, tienen que desprenderse de ellos por más que los hinchas los quieran ver con la camiseta o que sean verdaderamente instituciones dentro de las franquicias.

Según John Clayton, periodista de Espn, dijo que "Ningún equipo puede retener a un jugador de más de 30 años, a menos que le de un contrato de cuatro millones de dolares anuales. La única excepción a la regla son los mariscales de campo"

La nota de Clayton es bastante clara en ese sentido, los mariscales son la excepción. Simplemente por la durabilidad del puesto y por lo que hemos dicho millones de veces, "la NFL es una liga de mariscales de campo". Es más, Drew Brees, Peyton Manning, Tom Brady, Ben Roethlisberger, Eli Manning y Aaron Rodgers superan los treinta años y van a tener distintas renovaciones hasta su retiro por lo que representan. Los jugadores de campo, por como se da el juego en la actualidad, no tienen dicho privilegio. Por esta razón no podrán buscar con el tope de 123.9 millones una renovación grande pasada la edad.

También esta la cuestión del nivel y lesiones que confabulan en este tema. James Harrison bajó su producción, Brian Urlacher se lesionó bastante tiempo y otros que han bajado su nivel o se han lastimados no ayudan en que sus contratos sean los que piden. Allí los equipos piensan y recurren a jugadores jóvenes, más económicos y que le dejen lugar en el tope para usar en la agencia libre.

Esto viene sucediendo hace rato, pero esta temporada baja ha explotado porque los damnificados han sido jugadores que en la última década fueron estrellas de la NFL.

Si repasamos los casos algunos son tragicómicos. Por ejemplo, a Urlacher le ofrecieron dos millones de dolares, algo que los Bears le pagan a un suplente. Como dijimos en la nota de hace unas semanas, Harrison rechazó cuatro millones y según expertos nadie pagará eso por él, por ello ha surgido la posibilidad de que vuelva por menos dinero.

También hay otros que lograron conseguir club. Wes Welker le dijo que no a una oferta de diez millones por dos años y arribó a Denver. A Anquan Boldin le ofrecieron un contrato menor y el no aceptó y se fue a San Francisco. Adrian Wilson rechazó cinco millones por tres temporadas en Arizona, donde es referente e ídolo  pero encontró lo que buscaba con los Pats. Greg Jennings fue otros de los que consiguió lo que buscaba en Minnesota, el superó bien en otro equipo lo que ofrecía Green Bay Cullen Jenkins, quien igual achicó su dinero después de dos malos años en Phily, fue a New York. También una de las novelas de la temporada baja fue la de Ed Reed que se fue a los Texans.


Todavía están sin firma ni club Antoine Winfield, Charles Woodson, Bart Scott, Richard Seymour, por nombrar los más conocidos, pero la cantidad de jugadores pasados de los treinta sin franquicia es importante. Resalta más cuando son grandes estrellas o símbolos de la NFL, pero son muchos los afectados.

El trabajo de gerente general a veces en la NFL es muy complicado. Porque hay que buscar las formas más complicadas o rebuscadas de arreglar contratos sin hacerle perder jerarquía al equipo. Estoy seguro de que ellos no quisieran rescindir a sus veteranos estelares, pero lo tienen que hacer ante una merma de producción. No es el mismo caso de Tony González que viene de temporadas fantásticas y los Falcons lo recibieron con los brazos cuando confirmó que el adiós podía esperar un poco más.

Por ello, con estas reglas y disyuntivas que existen en este durisimo y fatal mercado, cada vez se vuelve más esencial lo que se haga en el Draft o no cometer errores en la agencia libre. Cada millón que se ahorre se vuelve vital y las negociaciones son complicadas porque están las partes que no ceden. No se si la liga aplicará una excepción de la reglamentación para veteranos. Pero lo cierto es que por el momento se rompen con las instituciones dentro de los equipos y dar pista ancha a los jóvenes.

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