Para 2011 se esperaba que todo se modificase, pero empeoró. La NFC Oeste mejoró más con un San Francisco que se aseguró muy temprano su participación en playoffs y con equipos como Cardinals y Seahawks que supieron complicar.
A todo esto, la ofensiva lucía anemica y sin fuerza. Bradford se lesionó mucho y nunca logro consistencia, por lo cual la temporada fue un fiasco. La cabeza que rodó fue la Steve Spagnuolo y muchos consideraban que sus apuestas se iban con él.
Jeff Fisher llegó y con un pick Nº2 a favor se pensaba que buscaría un nuevo mariscal, que cambiaría. Pero desde el momento que Fisher pisó Saint Louis banco a Bradford, y cada vez lo ratifica más.
Es que en realidad sonaba tentador elegir a Robert Griffin III y empezar todo de nuevo. Pero Fisher entendió otra cosa. Él pensó en que la apuesta real de los Rams se llama Bradford y que construyendole una buena protección, más buenas opciones para atrapar, podrían pelear.
Contrataron a un centro que viene de ser campeón y que está en el pico de su carrera como Scott Wells. Y en defensa trajeron a un esquinero que es de lo mejor como Cortland Finnegan. Ahora falta que en el Draft apuesten a rearmar el rompecabezas.
La principal necesidad será un receptor de categoría, un aliado para Bradford. A partir de allí tienen que empezar a construir el equipo. Pero repito la confianza que le dieron de retenerle el mando del equipo será vital en la cabeza del ex Sooner.
Pensemos lo siguiente, Bradford está llegando a su tercera temporada, un tiempo clave para un mariscal por el cual se apostó tanto. Su primera temporada fue muy buena, su segunda mala, quizá su tercera empiece a definir el perfil real que tendrá en la NFL.
Si lo analizamos bien, nunca él pudo lucirse de buen modo. Nunca tuvo una ofensiva aérea digna, en un momento era un conjunto de receptores de tercer orden que no rompían ni una defensa. Y cuando llegó Brandon Lloyd mejoró más, pero era monótono, cualquier defensa en la liga sabía que le iban a lanzar al ex Bronco.
Es que los Rams tienen todo como para armar una ofensiva mixta e interesante. Por tierra tienen a un corredor que cuando está sano es muy fuerte. Stephen Jackson es de lo mejor, tanto como para correr como para atrapar pases de válvula. Con buenas opciones aéreas, se podría llegar a un equilibrio que los haga aparecer con más puntos en el marcador.
En definitiva, Bradford tiene una temporada crucial en donde deberá demostrar si es un fiasco, uno del montón o una verdadera estrella. Para empezar creo que Fisher dio en la tecla, le dio confianza y esa es una de las mejores manera de empezar. Los Rams necesitan a su "chico de oro" a full en una campaña que será bastante dura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario