domingo, 21 de septiembre de 2014

Despejando un nuevo récord


Devin Hester durante un partido con los Atlanta Falcons.

El pasado jueves, Devin Hester rompió la marca más importante de su carrera. En su novena temporada como profesional, el famoso retornador de patadas batió el récord después de recoger una patada de despeje de 62 yardas. Con sus 20 retornos, el actual jugador de los Falcons es líder en solitario en esta categoría en la historia de toda la NFL.

El récord lo ostentaba Deion Sanders, que tenía 19 devoluciones. El propio Sanders después del partido, mostró gran apoyo y admiración para con el jugador en televisión nacional.

Repasemos la historia de Hester, hoy receptor abierto en los Falcons, pero que inició del otro lado su carrera.

En Riviera Beach cuando Devin Hester jugaba de niño tenía como ídolos a Deion Sanders y Michael Jordan, eran sus ídolos, sus sostenes, pues su padre falleció cuando él era muy pequeño como para ponerlo en ese cuadro de honor de idolatría.

Por sus grandes habilidades deportivas, no sólo en football sino que también en basquet y atletismo, Hester pasó a la Universidad de Miami para jugar con los Hurricanes como esquinero, posición en la cual arrancó jugando y como lo conocimos.

Tuvo buenos años con los Canes durante una época que todavía relucía en oro para esta universidad. Fue escogido en la segunda ronda del Draft 2006 para jugar con los Bears, en lo que sería un gran año con el equipo y a nivel personal.

Creo que todos lo conocíamos como el buen y prometedor esquinero nickel que tenían los Bears. Además ya mostraba ser un buen retornador. Pero su fama fue en este punto, en el Super Bowl XLI, en el kickoff inicial frente a los Colts, Devin Hester encendió la moto y no lo pararon más.



Un país se quedó maravillado por sus aptitudes, todo el mundo NFL miró la historia, porque ese si que fue un hecho histórico en la liga. Amen de que los Bears terminaron cayendo en aquel SB, Hester se metió en la retina de la gente para creo yo, no volver a salir.

Hester se empezaba a enarbolar como el jugador de equipos especiales más desequilibrante de la NFL, ese tipo de jugador que convierte a los equipos especiales justamente en algo especial, distinto a los rígidos formatos de ofensiva y defensiva, con Hester, los equipos especiales adquirían más valor, más precaución. A partir de tipos como Hester, los despejadores no patearon más al medio, porque cuando quedaba viva, era TD.

En los siete años que estuvo con los Bears pasó buenas y malas. Hubo un momento clave en donde Lovie Smith lo puso como receptor y realmente no lo hizo mal, si bien, no tiene facultades para ser un ala abierta de élite, lo hizo bien y se cargó a esa ofensiva por años. No sólo retornando patadas, sino que aportando atrapando pases.

Estuvo cerca del Super Bowl una vez más, pero se quedó en la puerta por perder con los Packers.

El 2013 ya se avecinaba como su último año en Chicago. Como receptor, no aportaba mucho, no podía, sinceramente, Alshon Jeffery y Brandon Marshall son dos monstruos recibiendo y lo demuestran día a día.

Buscó nuevos aires y se fue al sur, a Atlanta. A una ofensiva poderosa que necesitaba un revulsivo como Hester. Allí, en el arranque de la Semana 3, ante los Tampa Bay Buccaneers, equipo que ahora dirige Lovie Smith, rompió el récord de Deion Sanders. Sí, el mismo al que en el campo de Riviera Beach imitaba queriendo ser el "Prime Time" de la NFL.

Sin dudas que Hester devolverá alguna patadas más, pero haga lo que haga, su legado en la posición quedó marcado.













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