lunes, 12 de diciembre de 2011

La primera vez de Houston


Desde su creación en 2002, los Texans siempre fueron una franquicia de la parte baja de la NFL, sin impacto y que por momentos tomaba pésimas decisiones, especialmente a quien elegía para estar bajo el centro.

Hace un par de años la cosas cambiaron, Houston empezó a ser un equipo más duro y respetado, con jugadores nivel de Pro Bowl, en su mayoría conseguidos a base del Draft, la manera más sana de armar una gran franquicia.

Este año arrancó con grandes expectativas, ya que el 2010 había sido decepcionante porque arrancaron muy bien y terminaron muy mal. Pero algunas contrataciones y la llegada de Wade Phillips como coordinador defensivo ayudaron mucho.

Hoy los Texans son el único equipo en la AFC en asegurar su pasaje a la postemporada, un camino que se forjó con mucho problemas, pero que con talento joven se logró. Nueve años de espera en Houston valen la pena tras ver a este equipo.




Todo parecía negro en un momento, especialmente cuando se confirmó la baja para toda la campaña de Matt Schaub. Encima entraba a sustituirlo Matt Leinart, que nunca encontró en la NFL la regularidad esperada y no tenía a un aliado fuerte para lanzarle como Andre Johnson. Pero en un giro al mejor estilo "Any given Sunday", también se lesionó, cayendo la responsabilidad en el tercer mariscal, de primer año, TJ Yates.

Pero el chico no sufrió el golpe, por supuesto que no lució espectacular, pero si supo ser inteligente. Se apoyó en el buen terrestre de su equipo, el Nº2 de la NFL. Arian Foster y Ben Tate, piezas claves de este equipo, comenzaron a acarrear más el balón, sirviendole al joven ex North Carolina de válvula de apoyo y confianza.

Los resultados llegaron, cuando entró frente a Jacksonville pudo ganar ante una defensa que es complicada. Luego venció en duros encuentros al siempre complicado equipo de Atlanta y a los Bengals, para lograr el pasaje a postemporada.

¿Cuales fueron las claves? Sin dudas la inteligencia del joven mariscal para administrar los recursos. Saber cuando buscar a sus receptores, recordando que la ausencia del estelar Johnson. Aparecieron jugadores como Joel Dreessen, Kevin Walter, Owen Daniels, para ser de ayuda a Yates.


Pero principalmente no nos podemos olvidar de los que es la defensa, a mi gusto que proporciona cierta tranquilidad, vital para un joven mariscal que está haciendo sus primeras armas. Está ranqueada entre las cinco mejores, especialmente en el rubro de recibir puntos y yardas.

Aquí los pilares son dos apoyadores internos que no paran de taclear, Brian Cushing y DeMeco Ryans. Ambos al mejor estilo Navorro Bowman Patrick Willis, suman combinados 133 tackles.

Otro de los aspectos imprescindibles de este equipo ha sido la presión al mariscal, sobre todo teniendo en cuenta la baja de Mario Williams. Aquí se han mostrado dos jugadores jóvenes y con futuro como Connor Barwin, de tres temporadas y 9.5 capturas. Su compañero en las afueras de la linea de apoyadores es un novato, Brooks Reed, que suma seis capturas al mariscal. Algo clave para mantener apurado al rival.

Tampoco hay que olvidarse de la aparición del novato de primera ronda, JJ Watt, que ha aportado talento y agresividad desde la trinchera. Como así tampoco sus compañeros de saga Shaun Cody y Antonio Smith, los tres han rendido estupendamente.

En la secundaria se vio la mano de Phillips, el año pasado habían sufrido mucho allí y este año son de lo mejor. Mucho de eso tienen que ver la incorporaciones de dos veteranos como Daniel Manning y Jonathan Joseph. Como también la aparición de Glover Quin, que registra 63 tacleadas, algo vital para aportar seguridad desde el fondo.


Ayer frente a los Bengals y con un partido que parecía perdido, los Texans lo dieron vuelta a dos segundos del final con un pase de Yates a Kevin Walter.

"Pensé que no podíamos salir del partido con una victoria. Pero tenemos un joven mariscal que cree en lo que está haciendo", declaró con excitación Gary Koubiak, Head Coach del equipo.

Houston está en postemporada. Muchos dirán que esto se debió a la ausencia de Peyton Manning para los Colts, del fiasco que es Jacksonville o lo inconsistente que es Tennessee. La realidad es que hoy los Texans disfrutan su primera vez en playoffs, y es más que justo.

Apuntes de la Semana 14


-Arizona da grandes sorpresas
Los Cardinals sorprendieron la semana pasada a Dallas, cuando les ganaron en tiempo suplementario en un partido en el que no se les tenía fe. Esta fecha ante San Francisco los del desierto volvieron a demostrar que tienen que ser tenidos en cuenta, los vencieron 21 a 19 y porque no pueden ilusionarse. "En los medios nos descartaron, pero a los muchachos no les pesó. Creemos que podemos seguir así hasta fin de año". Esas fueron las duras declaraciones del Head Coach Ken Whisenhunt. Es cierto, Arizona puede dar sorpresas.

-Coughlin aprende de Garrett
La semana pasada frente a los Cards, Jason Garrett pidió tiempo fuera haciendo titubear a su pateador Dan Bailey, que luego de ello falló el envió. Esta vez, Tom Coughlin, Head Coach de los Giants, aprendió la lección. A siete segundos del final y cuando si Bailey acertaba irían a tiempo suplementario, Coughlin pidió tiempo fuera cuando el balón entraba entre los postes. El truco funcionó, después Jason Pierre Paul lo desvió y la victoria se la llevaron los neoyorquinos.

-Packers como Broncos del 98
Con la paliza 46 a 16 que le dieron a los Raiders, los Packers igualaron a los Broncos de 1998 en ser los únicos campeones defensores en empezar la campaña 13-0. Como dato relevante, ese equipazo de Denver repitió el titulo ese torneo. ¿Será lo mismo para los Packers? Por el momento sí.

-Brees imparable
El mariscal de campo de los New Orleans Saints, Drew Brees, está apunto de superar su propio récord personal. La marca a batir es la de más de diez partidos en temporada regular lanzando 300 yardas. Esto lo había Rich Gannon en 2002, año que los Raiders llegaron al Super Bowl, y el propio Brees en 2008. La puede superar ya que todavía le quedan tres juegos más.

-Matt Prater y su gran patada
Ganar sufriendo es una palabra común en Denver estos días de Tim Tebow, lo bueno es que el equipo es el líder solitario de la división y tiene grandes chances de entrar en los playoffs. Esta semana en duro duelo ante los Bears el milagro volvió a aparecer. Primero Tebow conectó un pase a Demaryus Thomas para achicar la distancia a tres y sobre el final Matt Prater conectó un patadon de 59 yardas con tres segundos en el reloj para llevar el juego a tiempo suplementario. Allí metió otro field goal de 51 yardas para que los locales se lleven el triunfo. Además de eso lanzó una patada corta impecable antes de la pausa de los dos minutos. Brillante.

La foto de la Semana

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