Tan cerca como de ganarlo, como finalmente sucedió, estuvo de perder el juego del pasado domingo Matt Ryan. Dicho partido marcará a fuego al jugador, no sólo porque fue su primera victoria en los playoffs, sino porque realmente podía haberlo perdido tras tener una ventaja considerable por delante. Lo cual hubiese sido un doble golpe y muchas más criticas.
Atlanta iba ganando cómodo y se fue tirando contra las cuerdas hasta que realmente estaba casi nocaut. Eso son golpes que son dificiles de reponer y justamente gracias a una combinación de él, Atlanta pudo pasar una instancia en playoffs tras varios años de protagonismo en los primeros dieciseis partidos del torneo y fracaso en postemporada.
La cuestión ahora será ver cuanto más se potencia a este talentoso mariscal, que es discutido a pesar de que no haya mucho para reprocharle en cuanto a números. Este último fin de semana se sacó una mochila importante de la espalda y lo hace un jugador peligroso. Pero lo curioso es que una de las virtudes que más se le destaca a Ryan se empieza a temer justo ahora que se sacó este peso de encima y podría ser la oportunidad de él de dar un salto importante en la escala de mariscales.
Las comparaciones siempre suelen ser odiosas y por lo general tendenciosas, puesto que todos tenemos opiniones fundadas sobre ciertos jugadores y gustos. Matt Ryan se podría decir que es un mariscal que cualquier franquicia quisiera llegar a tener en sus filas, nadie dudaría de ello, pero que para muchos la barrera de no haber ganado nunca en playoffs le iba a siempre impedir ser considerado como un serio aspirante a la "elite" de mariscales de la NFL. Esa barrera se rompió finalmente, junto con los odiosos chistes de que Tim Tebow tiene más victorias en playoff que él y cosas por el estilo. Ryan es mucho más que un mariscal del monton, aunque no se si pertenece al olimpo de Manning y Brady, quien podría disputar ello mejor que él.
Su liderazgo con los Falcons ha sido innato desde que llegó a la franquicia en 2008. Recordemos que su llegada no fue tan auspiciosa ni más ni menos porque Atlanta estaba manchada por el escandalo de Michael Vick. Pero realmente podemos decir que el ex Boston College en estos años ha sacado de la memoria toda la parafernalia del magico siete. Y por supuesto si sigue así se consagrará como el más en el puesto de la historia de la franquicia.
Poco más de cuatro años pasaron desde su desembarco y si hablamos tanto de él, es porque las cosas las fue llevando por el camino correcto. Él y Mike Smith han armado una dupla interesante que se ha consolidado en temporada regular en donde no podemos dudar para nada de la productividad de este conjunto. En playoffs es otro tema, han perdido de todas las formas. Vapuleados el año pasado por los Giants como así también siendo locales pero luciendo como visitantes en casa ante los Packers campeones 2011. Esa historia se rompió el fin de semana y el peso que podía molestar o perturbar al joven mariscal ya no es carga, es cosa anecdotica del pasado.
Matty Black Ice, como lo apodan, es un mariscal de temer. Su principal caracteristica va de la mano con la que hizo de Eli Manning y Ben Roethlisberger mariscales de elite. Es un experto levantando partidos, conduciendo a su equipo y tomando las responsabilidades de la situación para llevar al equipo al triunfo. Esta cualidad, tan refrendada en otros, pero opacada en Ryan se diluia o pasaba desapercibida por el infortunio de no ganar en enero. Hoy tiemblan si realmente aquello era una carga.
En los números frios, Ryan ha llevado a su equipo ha 22 regresos ganadores desde su debut en 2008 hasta este último tan valioso ante Seattle. Ciertamente lo ha hecho contra rivales de todos los matices y colores, desde equipos no tan buenos como hasta con los mejores de turno. Es más, esta temporada se le criticó mucho a este equipo que jugaba al filo, siempre teniendo que definir las cosas en la última situación. Así perdió y ganó adeptos, pero por esa causa esta donde esta y por confiar en Ryan están bajo el ala segura.
Él toma las responsabilidades y ayudado con buenas opciones de pase ha encontrado la llave a muchos triunfos. Generalmente con Tony Gonzalez como el aliado perfecto, mientras que los veloces Julio Jones y Roddy White jerarquizan y capitalizan todo eso bueno que proporciona este jugador.
Si alguien tenía que sacarse la espina con él creo que que la sacó el último fin de semana. La carga de la mochila se fue y ahora la responsabilidad que tiene Ryan es de dar más. Tiene que demostrar que puede llevar a su equipo a lo más alto y la formula no tiene que ser nueva, sino la misma que siempre tan bien le salió. Liderando y estirando las defensivas rivales puede hacerlo, aunque por supuesto hay otros factores que pueden ir más allá de él y que tiene que ver con los rivales de gran fuste en el futuro. Pero lo cierto es que Ryan se sacó la mochila de encima y además de dar un gran salto como mariscal, lo quiere hacer para la historia de su franquicia. Y si no lo hace este 2013 lo puede hacer en el futuro, talento tiene y consistencia es lo que ha demostrado en estos años.
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