Cuando vemos que se enfrentaran LSU (1) y Alabama (2) no dudamos de que será un partidazo, pero cuando ambos equipos están en la cima de los rankings, podemos decir que es como una final adelantada. Se que es un poco injusto con muchos equipos buenos, pero en los últimos años lo equipos del SEC han dominado la liga.
Desde Florida en 2006 hasta hoy, solamente equipos del sureste ganaron el Tazón del BCS. Fue los Gators en 06´ y 08´; LSU en 07´, Alabama en 09´ y Auburn en 10´.
Por eso, este partido se considera una final adelantada, especialmente porque Oklahoma cayó la semana pasada del Top 3. Sin dudas un partido que será impactante, y que opacará quizá una gran jornada de NFL.
En cuanto al partido, la paridad es extrema, ambos son los mejores de la NCAA. Encima tienen una identidad similar, ya que Nick Saban, actual entrenador de Bama estuvo cuando los Tigers fueron campeones nacionales. Otro motivo para más ingredientes a este gran juego.
Tienen en común sus defensas, ambas dominantes y que nadie en todo Estados Unidos ha podido superar. Las secundarias tienen jugadores de los cuales se espera un impacto inmediato cuando lleguen a la NFL. Morrys Clayborne y Tyrann Mathieu son los destacados de los de amarillo, mientras que en el Crimson Tide están Mark Barron y Dre Kirkpatrick.
Igualmente no solo es la faceta fuerte la secundaria, sus siete jugadores frontales son muy fuertes y son difíciles de penetrar. Están entre los mejores de la liga.
Las ofensivas tienen cosas parecidas. El foco de ambos equipos es el juego terrestre. Por el lado de los locales está Trent Richardson y de la visita Spencer Ware. Quizás aquí el más destacado sea Richardson, el cual promete un futuro bueno en la NFL. Ware es más modesto, pero igual de peligroso.
Pero esa diferencia a favor de Bama, la tienen los Tigers con receptores como Rueben Randle y Russell Sheppard. Ambos saben hacer jugadas grandes que pueden comprometer a las defensas. Esa es una faceta que el Tide no posee.
El juego de mariscales es bajo para un juego así. Tanto Jarrett Lee como AJ McCarron no son estelares, ellos se limitan a no equivocarse y ser guía del equipo. Lee suele cambiar jugadas con el mariscal suplente, Jordan Jefferson.
Será un juego de defensas, por lo que la inventiva de ambas defensas será clave e interesante de ver. Frenar a Richardson es la llave de LSU, como para Bama no conceder espacios a los receptores. A favor de los Tigers están sus equipos especiales, los mejores de la NCAA.
Sin dudas un partido de pulgadas, algo distinto en el fútbol universitario. Ojo estén atentos que este duelo puede llegar a tener revancha en el BCS. Para ello, tiene que haber mucha paridad en el partido, y que los perseguidores invictos se caigan, lo cual es muy posible.
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