"Las ofensivas llenan los estadios, las defensas ganan los partidos, pero los pateadores ganan los campeonatos" Esa es una de las leyes de oro del fútbol americano. Esa es una ley que LSU (1) entendió, y en base a eso, hoy aseguró su puesto Nº1 en el ranking de la BCS, más lo que seguramente será un boleto al Tazón del BCS.
Ambos equipos demostraron una élite defensiva notoria. El resultado final 9-6 es una prueba elocuente de ello, en zona roja, ambas universidades fueron imbatibles.
Una de las grandes diferencias del juego, estuvo en los pateadores. El de Bama, Cade Foster, tuvo un veinticinco por ciento de efectividad, bastante flojo en un partido tan importante. Mientras que Drew Alleman, de LSU, tuvo un ciento por ciento en todo sus disparos.
Esas distancias son incuestionables en estos juegos de pulgadas, tan parejos y encima con dos ofensivas, que a pesar de tener interesantes nombres, estuvieron anemicas ante esas dos defensivas estelares.
En definitiva, los Tigers se aseguraron prácticamente su pasaje a New Orleans para la final del BCS. Lo que resta saber, es sí se repetirá este gran partido, o se sumarán Oklahoma State (3) o Stanford (4), los máximos candidatos a estar porque son invictos. Igualmente en las últimas jornadas, con los partidos divisionales complicados, todo puede darse vuelta.
Después de la historia del día, o seguramente del año en la NCAA. Hubo también otros partidos interesantes. Oklahoma State revalidó de nuevo su mote de candidato, venciendo al duro Kansas State (14). Como todo partido de los Cowboys, fue un tiroteo en el oeste. La victoria 52 a 45 es una prueba fehaciente de todo esto.
Bradon Weeden batió el récord de la universidad en yardas aéreas. Fueron 502 y cuatro pases de anotación. Weeden superó su propia marca, que era de 438 ante Texas A&M este año.
Otra vez la combinación Weeden-Blackmon dio sus frutos. En total 205 yardas combinadas, y dos anotaciones. Los Cows se aproximan a su objetivo de llegar a la gran final, pero cuidado, todavía les queda jugar su propia final frente a los Sooners dentro de dos fines de semana.
Otro de los equipos que quiere llegar a la gran cita es Stanford. El Cardinal aplastó a Oregon State con otra impecable actuación de su estrella, Andrew Luck. El QB lanzó 206 y 3 touchdowns.
Los de California también quieren soñar, y la semana que viene ante Oregon (8) será la prueba definitiva. Si caen son serios candidatos a ir a New Orleans, sino lucharan con una derrota por un tazón importante.
Oklahoma (6) que todavía tiene intactas sus chances de llegar a la gran final, sabe que su partido es frente a su clásico rival. Igualmente esta jornada barrió a Texas A&M 41 a 25. El partido dominado por un Landry Jones sobrio. La nota mala es que Ryan Broyles se lesionó y no se sabe cuando volverá.
Desde la lejanía otro equipo que sueña con un tazón de los grandes es Arkansas (7). Los Razorbacks vencieron 44 a 28 a South Carolina (9). Tyler Wilson guió excelentemente a su ofensiva, mientras que la defensa hizo un buen trabajo.
Es difícil, pero Arkansas juega la última fecha ante LSU. De ganar, además de hacer un desastre en el ranking podría hacer un triple empate en la punta de la zona West del SEC. Por supuesto, todo es futurología.
Todas las semanas hay decepciones en el Top 25, y por supuesto equipos sorprendidos. El de esta semana fue Nebraska (10) que perdió 28 a 25 con Nothernwestern, en los papeles muy inferior.
De la Big Ten, también Michigan (15) hizo agua frente a Iowa. Los Wolverines cayeron 24 a 16, pudieron ganarlo, aunque en la jugada final, la defensa de los Hawkeyes los detuvo.
Arizona State (19) tuvo un mal trago en su visita a Los Ángeles. Cayó frente a la UCLA 29 a 28. Los Sun Devils pudieron ganarlo, pero su pateador falló el tiro final.
Por último, en el clásico del Big East, West Virginia (24) perdió por tres ante Lousville. Fue 38 a 35 con actuaciones impecables de ambos mariscales, Geno Smith de los Mountaineers y Teddy Bridgewater de los Cardinals.
No hay comentarios:
Publicar un comentario