martes, 20 de noviembre de 2012

¿Que le falto a Miami para soñar?


Si observamos la tabla de colocaciones de la AFC Este, vemos claramente en el fondo al equipo de los Miami Dolphins. Con récord 4-6 y aun varias semanas por jugar, lo que le queda a equipos como este es tratar de ganar algunos juegos más o terminar acomodandose en una buena posición para el Draft futuro. Más allá de eso y probar algunos jugadores, no ve más sentido a una temporada que se les escurrió a los Dolphins.

Hace tres semanas tenían récord de 4-3 y tres partidos más que interesantes por delante como para meter el zarpazo e ilusionarse con la posibilidad de llegar a la Semana 16 con chances de playoffs. Eso se diluyó rápidamente en tres semanas fatales para Dolphins, en donde no solo se les generaron más dudas donde las tenían, sino los puntos fuertes del equipo se vieron bastante debiles.

Por eso la pregunta es obvia ¿Por que Miami no estuvo a la altura?

No soy ningún genio si digo que el 99% de la NFL sabía o intuía que Miami iba a estar a esta altura con estos números. Pero de la Semana 6 a 8 habían metido tres triunfos en fila en un buen nivel ante rivales que en cierta medida estaban a su altura. Y el calendario luego de eso les ofrecía un equipo de Indianapolis que estaba creciendo, Tennessee que es la incosistencia en grado mayor y Buffalo que es un rival divisional ganable.

Marca de 4-3 y metiendo estos tres juegos, uno podía pensar que para los Phins las cosas sonreírian. Y que si bien su cierre de año era duro y era probable que no terminen entrando a playoffs, quien te quita la sensación de que luchaste para encarar mejor el 2013.

Con Indianapolis fue un partido muy criterioso. Dejaron jugar demasiado a Andrew Luck y no le pusieron la presión necesaria. El novato rompió las marcas por aire de 433 y con dos touchdowns amarró el encuentro. Por su parte, Ryan Tannehill no lo hizo mal, pero no se soltó como Luck y el contexto del juego daba para ello.

Igualmente creo que con Tennessee fue lo peor, porque perdieron el juego en donde mejor lo habían sabido llevar en la campaña. Chirs Johnson les corrió 126 yardas, rompiendo la marca que tenía este equipo de que los corredores no les superen las cien. Allí la estanteria de estos Dolphins se cayó completamente, porque el ancla de esa defensa era saber que por tierra los caminos estaban bloqueados, si se da lo contrario se encuentras espacios más utilizables para los rivales.

Mientras que en el último juego, el de esta semana ante Buffalo, fueron mañatados por una defensa que junto a la de New Orleans son de las más flojas del torneo. Miami hizo que este juego sea parejo y muchos errores ofensivos terminaron por ya dejarlos afuera de cualquier aspiración medianamente buena.

Muchos bajaron su nivel. Tannehill había levantado con cierto criterio, pero en estos últimos dos juegos convinó cinco intercepciones y un pase de touchdown. Por momentos el ex Texas A&M demuestra que todavía tiene mucho por mejorar, al igual que la unidad ofensiva de Miami pensando en darle armas. Brian Hartline y Davone Bess son interesantes receptores, pero ninguno de los dos puede llevar a esta ofensiva a un lugar distinto.

Pero más allá del mariscal novato, a quien es más facíl apuntarle, considero que el real problema de esta baja de Miami se debió a como disminuyeron los puntos fuertes del equipo. En dos semanas Chris Johnson y CJ Spiller dieron vuelta la buena reputación de la línea ofensiva. Pero también hubo muy malos juegos de Reggie Bush en cuanto a yardas. Veintiuna ante Tennessee y veinte ante Buffalo. Eso es muy poco para un corredor que venía promediando números muy superiores y que se espera mucho de él para apoyar al mariscal.

Veremos como empieza a cerrar Miami otra temporada más. Por el momento se puede decir que hay cosas buenas y a las que seguramente Joe Philbin tendrá ganas de trabajar, pero también hay mucho por corregir. A este equipo le falta talento en distintas líneas y eso a estas alturas se siente. Aunque a mi me da la sensación de que con un poco más podrían estar hoy en otra situación. Lo bueno para Miami es que a diferencia de otros años hay una promesa juvenil sobre apostar y no mariscales del monton.

1 comentario:

  1. Sinceramente, creo que la temporada de mañana es mejor de lo que muchos esperaban, al menos de lo que yo esperaba, despues de un offseason fatal, tal vez de los peores: Tentaron a Manning y treminó en Denver, buscaron a Flynn y el ex pupilo de Philbin terminó en Seatle. Cambiaron a su mejor WR (Marshall) a Chicago por una seleccion tardia del draft, trajeron a #85 y lo cortaron por una situacion personal (violencia doméstica) y además afrontaban la temporada con una tripl controversia de QB con Garrard Moore y Tannehill (que era un apuesta incierta) y a dias del debut cambian a uno de sus CB (Vontae Davis) a los Colts. Viendo semejante debacle de offseason, creo que este año es positivo para Miami yo los daba peleando el puesto 32 palmo a palmo con Jax...

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