En las últimas tres temporadas de la NFL, uno de los jugadores que más ha cautivado a la liga no ha venido desde el clásico Draft. Sino que todo lo contrario, y a pesar de ello ha mostrado madera de ser uno de los mejores en su posición de la NFL.
Arian Foster ha causado una revolución en sus cortas tres temporadas en el profesionalismo, y no solo le ha cambiado la cara a muchos, sino que ha sido el principal sostén de estos Houston Texans que son hoy el mejor equipo de la AFC.
Fuera de los personajes o cualquier otro tipo de rol muy abundante en la NFL, Foster es de esos jugadores que toman esto con seriedad, que cuando ven la oportunidad no la van a querer desperdiciar.Consistencia, profesionalismo y amor por el juego son los valores que movilizan a uno de los jugadores más electrizantes de la actualidad.
Durante este fin de semana una estadística, me pegó muy fuerte. Arian Foster anotó su touchdown número 41, en 41 encuentros jugados en la NFL. Y no podría dejar de acordarme que este jugador de 26 años no fue escogido en el Draft.
Se puede decir que este es un estelar del cual vamos y estamos viendo lo mejor de él en el profesionalismo. Durante su carrera con los Tennessee Volunteers tuvo buenos números, pero incomparables con los que lleva en la actualidad. Claramente allí su mejor año fue el 2007 en donde anotó 12 touchdowns, pero él decidió seguir y el 2008 tuvo algunas complicaciones que a la larga le valieron no ser drafteado.
No debe haber cosa más dura para un jugador que no ser elegido entre los cientos que son escogidos en las selecciones colegiales. Aunque a veces eso motiva y lleva a estos prospectos a valorar sus oportunidades cuando les lleguen.
Gary Kubiak y su equipo de trabajo apostó en él. Según Kubiak lo había visto como un corredor que le faltaba un golpe de horno aún, pero cuando este listo por personalidad y condiciones podría dar que hablar. Ese 2009 jugó sólo seis partidos, anotó tres touchdowns y logró 257 yardas.
La duda para los Texans por ese entonces recaía en distribuir el ataque entre un Steve Slanton que venía de una buena temporada y un Foster que con destellos empezaba a mostrar lo que realmente valía. Frente a los Indianapolis Colts, campeones de la AFC en dicho momento, él y los Texans metieron un campanazo inesperado. Ese mismo día batió el récord de yardas por tierra para Houston con 231 y tres anotaciones.
Ese año si bien no fue tan bueno para Houston porque no clasificó a pesar de haber arrancado bárbaro, tuvo en números el año de revelación de Foster. Líder en yardas por tierra de la NFL con 1616, dieciséis anotaciones y un promedio de 101 yardas por juego. Además de ir al Pro Bowl, de revolucionar todas las ligas de fantasía, batió varias marcas de la franquicia y de la NFL para corredores no escogidos en el Draft.
Por supuesto, Steve Slanton quedó en el pasado. La franquicia tenía que ponerse al servicio de su hombre más prometedor y el año pasado lo vimos. Houston logró su primer clasificación con una defensa que hemos elogiado cientos de veces y con buenos valores.
Y de lo este vegano nacido en Albuquerque se resalta más porque en 2011 los Texans perdieron a sus mariscales número uno y dos respectivamente en mitad de campaña. La defensa, él y su socio inseparable de la actualidad, Ben Tate, se cargaron el equipo al hombro y lo llevaron a hacer historia en la primera semifinal de playoffs para la franquicia más joven de toda la liga.
Si bien no fue al Pro Bowl como el número uno, sí fue por invitación ya que había tenido otra campaña. Fueron 1224 yardas y diez anotaciones. Encima de todo el año pasado lo tuvo entre algodones casi toda la campaña, pero cuando estuvo bien fue pieza clave para ganar partidos importantes.
Este año parece todo encaminado a marcar más historia. Juega con la tranquilidad de que la franquicia ya lo etiquetó como un jugador propio y le hizo un jugoso contrato de cinco años. Cuando Foster se enteró de la noticia se emocionó en vivo, lo cual demuestra una vez más la pasión de este jugador que mantiene una filosofía de trabajo envidiable.
Hasta esta Semana 7, Foster lidera la NFL con 659 yardas terrestres y lleva ya nueve anotaciones. ¿Candidato a MVP? Sin dudas y a líder en yardas también. Ha demostrado su poderío ante equipos de buena magnitud como Baltimore, Broncos, entre otros. Y no sólo es la amenaza por tierra, sino que por aire es uno de los mejores receptores de su equipo. Hace un par de lunes ante los Jets se convirtió en uno de los tres jugadores que más rápido pasó por aire y tierra la barrera de las 5000 yardas, grupo selecto lidera el magnifico Eric Dickerson. Números que hablan nomas.
Jugador que hay que disfrutar, admirar y respetar. Foster tomará cualquier oportunidad como cuando no fue drafteado y demostrará seguramente que nunca más lo van a poder etiquetar así. Sabe lo que la frustración y ya logró levantarse de ella y brillar. Los Texans son el equipo con más futuro en la NFL y Foster es el principal bastión del equipo. Sus valores los deben guiar bien lejos en el futuro.
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