martes, 17 de diciembre de 2013

Dallas, enemigo público de ellos mismos



No tengo dudas de una cosa, Dallas es enemigo de Dallas. Quizá suene trillado, tonto o no se, pero los Cowboys hacen todo lo posible por querer perder. A ver, estoy seguro de que no quieren perder, pero hacen todo lo contrario a lo que se tiene que hacer. No digo que sigan el manual a la letra, pero no hagan todo lo contrario.

La derrota del otro día ante Green Bay es imperdonable, a la ofensiva, a la defensiva, equipos especiales y especialmente a los entrenadores. No puede suceder, especialmente en un época del año como esta y en un juego que sabías que tu rival, al cual tenes por encima a un juego perdió, era la oportunidad.

Por eso, analizamos las pésimas decisiones de Dallas que pueden llevar a otro fracaso como franquicia.

En el compacto de la semana de la NFL, le habíamos quitado responsabilidad a Tony Romo. No había jugado mal en la primera mitad, pero la segunda dejó que desear. Con culpas compartidas, Romo volvió a entregar el balón en momentos importantes del partido. Sus estadísticas en los meses de diciembre en pésima y donde siempre muestra todo lo que le criticamos de su estadía en Dallas. El otro día lanzó mucho en la segunda mitad y mal, además los errores le costaron caro.

Igualmente Garrett y su equipo de entrenadores fueron grandes culpables. Miremos esto nomas. DeMarco Murray corrió 93 yardas en la primera mitad y terminó con 134 totales. Pero en el último cuarto, cuando Green Bay se venía con confianza corrieron sólo tres veces. Muy poco, en que cabeza cabe no correr, no hacer agotar el reloj y lanzar desesperadamente intentando ampliar el marcador antes que cerrarlo, más que saber cuando tu defensiva es pésima.

Los Packers estaban abajo por 23 puntos, y Garrett y los coordinadores mandan a lanzar más pases, ilógico. Esto dice todo. Dallas lanzó más pases que los Packers en la segunda mitad y eso que el equipo de Mike McCarthy vinieron desde atrás. O sea, siempre el equipo perdedor viene desde el fondo y buscar con pases acelerar el empate. Acá se dio al revés, Dallas quiso cerrar el encuentro con pases yendo arriba. Y no es que estaban corriendo mal, sino que todo lo contrario.

Para cerrar un juego hay que unir las tres patas, ataque, defensa y liderazgo fuera de la cancha. Ninguna se dio. La ofensiva porque tomó malas decisiones y a pesar de que mandaron equivocadamente a lanzar no fue lo mejor. La defensa porque no resistió nada, ante una ofensiva de Green Bay totalmente floja y que no tiene a Aaron Rodgers. Y por último, el banco que mandó malas jugadas y bajó una línea totalmente desacertada.

Por eso, digo que Dallas es enemigo de si mismo porque con esto podrían haber alcanzado a Philadelphia. El juego estaba ganado y lo perdieron solos. Esto en diciembre es inaceptable.

No todo esta perdido. Todavía tienen la fortuna divina de depender de ellos mismos, que si bien no es para nada confiable, es mejor que depender de otro. Dos juegos, que tienen que ganar si o si, o mejor dicho, si Philadelphia pierde la semana que viene ante Chicago, con ganarle sólo el partido de la Semana 17 que será definitivo alcanzará. Pero Dallas la tiene más fácil estando en playoffs. Enfrenta a Washington y luego define con Phily. Tienen buenas chances, pero repitiendo actuaciones como las del domingo pasado no clasificarán y si no lo hacen, adiós Jason Garrett.

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