Esa costumbre de los Colts. Pareciera adicción en los últimos tiempos hacer primeras mitades flojas y tirar toda la carne al asador en la segunda. Son de esos equipos que juegan mejor con presión, por eso asustan a sus rivales. Esta ante Kansas City fue una remontada histórica, que no se si va a igualar en el futuro próximo.
Andrew Luck la rompió, 433 yardas totales y cuatro anotaciones. Tampoco le quito merito a Alex Smith quien tuvo un partidazo en la primera mitad, más aun cuando habían perdido al mejor jugador ofensivo del equipo, Jamaal Charles. A pesar de ello, registraron 31 puntos para el final del segundo cuarto, la mejor marca de la temporada para Kansas. Era paliza, 31 a 10 a favor de los Chiefs.
Pero el apuro jugó para Indy y puso nervioso a Kansas. A Luck le salieron todas en la segunda mitad. En ese tercer cuarto, anotaron 21 puntos, dejando a su rival a tan sólo diez puntos.
Allí, Indy fue con todo y hasta con un touchdown raro, porque el corredor soltó el balón y el propio Luck lo tomó para anotar. Repito, la suerte era azul y blanca. Con ese andar, conectó más tarde con TY Hilton, otra de las figuras del equipo, para poner el juego 45-44 a favor.
Kansas tuvo toda la presión, y así y todo tuvo una serie muy efectiva. Estaban a tiro del gol de campo, manejando el reloj. El partido les volvía a sonreír, pero malas jugadas mandadas y el temple de una defensiva que se dobla pero no se rompe, terminó deteniendo a Kansas que tuvo todo para ganar, pero se terminó volviendo a casa.
Tras la reseña, las claves y conclusiones de este juegazo.
La perseverancia de Luck
Todos destacamos el gran partido de Luck, no nos olvidemos de sus tres intercepciones. Y no lo remarco como algo negativo, sino positivo, porque después de cada error siguió tomando riesgos no se bajoneo. Eso es fundamental, Luck siempre estuvo vivo, siempre buscó ganar y eso contagia. Luck podría haber tirado todo por la borda tras la primera serie del tercer cuarto, pero continuó y terminó siendo figura y una clave.
Lesiones en contra de Kansas
Jamaal Charles, Brandon Flowers, Junior Hemingway, Justin Houston y Knile Davis. Todas estas bajas conspiraron claramente en contra los Chiefs. Especialmente en el juego terrestre, no tener ni siquiera a tu corredor titular y estrella, como así tampoco al suplente que venía haciéndolo bien, obligó a cambiar un poco las cosas y que claramente ayudó a que Indianapolis se asiente, especialmente a la defensiva. Allí se produjeron muchos tres y fuera y en donde el que dominó fue Indianapolis. Si bien los Colts tuvieron lesionados también, el impacto sobre Kansas fue más fuerte.
Robert Mathis
Uno de los grandes jugadores de la campaña, estelar defensivo que si no es el mejor del año, pega en el palo. Mathis no tuvo su mejor juego, pero fue pesadilla para Alex Smith y la línea ofensiva. No se cansó de presionar y de generar espacios para los compañeros. Mathis fue uno de los motores anímicos de este equipo.
Hilton y Bowe jugaron a pleno
Un jugador veterano de reconocido talento como Dwayne Bowe y un joven que emerge como TY Hilton. Figuras en ambos equipos. Los primeros receptores aparecieron a lo grande. Bowe tuvo ocho recepciones para 150 yardas y una anotación. Mientras que Hilton tuvo 13 recepciones, 224 yardas y dos touchdowns. Ambos aparecieron a lo grande, pero el más jovencito, fue más explosivo y rutilante.
Convicción e impacto
Tras esa primera pésima de los Colts, en donde fueron arrollados literalmente por el equipo de Kansas. La segunda parte fue la antítesis, Indy siempre tuvo convicción de ganar, de ir a buscar el partido, no se rindió, y eso que moralmente tendrían que haber estado destruidos tras la pésima primera parte. Pero tuvieron temple y salieron al milagro, creyeron en si mismos y jugaron el todo por el todo. Matar o morir y mataron. Esa convicción impactó en Kansas, que por supuesto, estaba muy tranquilo con la gran diferencia, pero cuando vio como se le venía el rival se preocupó, se ablando y arriesgó, no continuo el plan conservador. La presión de que te den vuelta así es complicada y estos Colts venían galopando fuerte, llevándose todo a su paso. Eso influyó muchísimo en la siguiente clave.
Malas decisiones
Cuando hablo de malas decisiones, me refiero a un montón de cosas. Primero, a Alex Smith. Influenciado por las lesiones, Smith tuvo un primer tiempo para recordar toda la vida y un segundo para el olvido. Smith hizo todo lo bueno que elogiamos de Luck en la segunda mitad. Fue un líder de verdad, con convicción. En la segunda parte eso se acabó, se le terminó la tranquilidad. Se apuró en muchas decisiones y tuvo muchos tres y fuera. Y aquí entran en juego los coaches, por mandar jugadas a veces para liquidar un juego que había que enfriarlo. Esos tres y fuera hicieron un desgaste terrible a la defensa, que con las ofensivas rápidas de Luck perdieron energía, se desordenaron y allí empezó la debacle.
Así los Colts meten miedo
Siempre hemos marcado el potencial de los Colts en el sentido de que nunca están muertos y Andrew Luck parece jugar mejor bajo presión que en otro tipo de juegos. Esto hace de los Colts un equipo que nadie se quiere cruzar, especialmente tras esta remontada que los ha levantado demasiado en lo motivacional.
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