Ciertamente en todo Super Bowl se habla del duelo de mariscales, es inevitable, son las figuras de los equipos. Y si bien, no te ganan solos el titulo ni te llevan solos hasta allí, son quienes lideran la ofensiva y su accionar es crucial para definir el partido. Más aun en este caso, en donde se un duelo más que interesante entre dos mariscales que en este presente, marcan dos generaciones bien distintas.
Peyton Manning pertenece a una generación de la década pasada, pero que esta bien vigente hoy. Sino observemos a Tom Brady, Drew Brees, Ben Roethlisberger, entre otros. Russell Wilson representa a otra camada, más juvenil, más fresca, y que esta de a poco demostrando y dejando su huella en la NFL. Esa huella que hoy esta lejos de Manning, pero el tiempo dirá, y ellos lo tienen como aliado.
Repasemos a estos dos mariscales, de generaciones distintas, pero con presentes excelentes y la gloria al mismo alcance.
Cuando Peyton Manning debutó en la NFL, Wilson tenía diez años de edad. Lo que marca desde el vamos la distancia generacional de ambos. La final del Super Bowl XLVIII los reúne y los enfrenta. Ambos tienen estilos distintos y esa heterogeneidad marca el gran interés en este duelo.
Manning es un mariscal clásico, juega en el bolsillo, pero es letal. No solo necesita armas, las crea el mismo. Julius Thomas es una creación de Manning, un ala cerrada que este QB lo subió en el pedestal de su carrera, así como lo hizo con Dallas Clark o con Jacob Tamme. Manning lidera esta ofensiva de punta a punta, su estilo se ha acoplado de gran manera en Denver y tiene la mejor ofensiva de la liga en puntos, siendo la mejor en consideración popular de toda la NFL. Eric Decker, Demaryius Thomas, Wes Welker y el propio Thomas son parte del arsenal aéreo que posee Peyton y que lo ha llevado a ser probablemente el MVP de la campaña sin cuestionamientos.
Manning esta viviendo a los 37 su mejor año quizá, más allá de que muchos, inclusive los dirigentes de Indianapolis lo creían en el crepúsculo de su carrera deportiva. Se repuso como un verdadero campeón, metió dos récords 13-3 con los Broncos y ahora esta en el Super Bowl.
Esta ofensiva cuando entra en ritmo anota y te consume todos los minutos que pueda. Es más, ahora no anota tanto, pero cada anotación son series de seis minutos, lo cual a la larga hace más daño. Tiene explosión y es claramente lo que se mirará el domingo, Manning contra la defensa estelar de Seattle.
El camino de Wilson es distinto. Tras pasos colegiales por North Carolina State y luego con Wisconsin, llegó con buenas expectativas a Seattle. Pero en ese entonces, los Seahawks parecían casados con Matt Flynn. Las prácticas de Wilson dieron el brazo a torcer y lo pusieron como titular. Y no salió nunca más.
Venció a los mejores equipos de la NFL y ha ganado grandes batallas. Es un estratega bárbaro, pero distinto a Manning. Wilson tiene la habilidad de estirar jugadas de manera sorprendente y colocar pases profundos de gran forma. Es veloz, corre bien y es inteligente, repito, muy inteligente para jugar.
Sus números están lejos de los de Manning, también la calidad de sus receptores. Aunque tiene una defensa y ataque por tierra que Manning no tiene. Wilson si tiene esa cualidad de no tener grandes marcas, pero si de ganar los juegos, de ser tenaz en los momentos claves. Esto es un valor increíble que a futuro vale oro.
Son dos grandes jugadores de distintas generaciones y lo bueno de esta liga es poder verlos jugar en contra. Algo que seguramente pasará en otra ocasión con otro jugador, quizá Brady contra Kaepernick, Brees contra Luck, etc, estos duelos se irán dando y el choque de dos buenas generaciones de mariscales se dará, lo cual enriquece más a la liga.
El partido del domingo no es excepción. Ambos están jugando un nivel tremendo y si ninguno hubiera estado, sus equipos no estarían en playoffs. Entiendo que quizá Manning es más factor que Wilson, pero son dos excelentes jugadores. La diferencia es que Manning esta terminando los últimos capítulos de su leyenda, que quizá sea la más grande en la historia de la NFL. Wilson este domingo intentará escribir su primer y gran capitulo.
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